Era imposible que no hiciera una reseña de esto.
Desde que tengo memoria, Brand New debe ser una de las pocas razones por la cual es justificable seguir la corriente Emo. No, no estoy alabando ni promoviendo a seguir el estilo de vida, sino la música. De por sí, creo que ese estilo de vida murió hace años. Y es que, como he dicho anteriormente, el Emo ha sido mal visto por las distintas bandas que, más que Emo, fueron unos completos posers , tomando un subgénero que estaba pegando en ese entonces para volverlo algo comercial y atroz. Mirando ejemplo de las bandas que los medios nos han inculcado como Emo es bastante razonable el desdén de un gran número de personas. My Chemical Romance, Fall Out Boy y Simple Plan fueron de esas agrupaciones palurdas que llegaron a la fama a mediados de la década anterior y que volvían locos a la juventud. En su tiempo, yo fui seguidor de ellos y aún escucho algunas de sus canciones de vez en cuando, pero no tanto por agradarme, sino por un sentimiento de nostalgia que me embarga muchas veces.
Pero, el caso con Brand New es muy distinto; tenemos a un grupo llamado The Rookie Lot, como se conocían originalmente, creando una cantidad de tracks extremadamente genéricos y sin ningún ápice de esperanza en sus carreras, salvo un leve suspiro de gloria. Sin embargo, luego de su, en mi opinión, olvidable debut, tenemos a unos muchachos que crecieron rápidamente con su siguiente trabajo Deja Entendu del 2003, siguiendo su misma corriente, pero buscando un sonido, de forma exitosa, que los diferenciara del resto. El tercer disco de estos chicos... dejaron a todos con la boca abierta. Ese The Devil and God Are Raging Inside Me , del 2006, es, quizás, uno de los últimos grandes álbumes del Rock Alternativo. Brand New tomó un giro completo en lo que hacían, desarrollando una música en extremo ambiciosa y atrayente, con unas impresionantes letras que tocan antiguos temas tabúes y los gritan a los cuatro vientos en un llanto de inconformidad, viniendo de la figura de Jesse Lacey. Por mucho, uno de los más grandes álbumes de la década pasada y hasta del nuevo milenio, como tal.
Su siguiente trabajo, Daisy , del 2009 no llenó mis expectativas, sonando más bien como una especie de clon de Modest Mouse, banda que, por cierto, nunca he logrado entender. Sin embargo, el anuncio y estreno de su más reciente disco, Science Fiction , el cual la banda ha dicho que será su último trabajo, es algo que se ha visto opacado por las distintas denuncias en contra de su frontman por mal comportamiento sexual. Muchas de sus letras que, antes parecían enigmáticas e hipnotizantes, ahora parecen una muestra a la mente de una persona con problemas. En este caso, y como en todos los demás, no me dejo llevar por un problema para que aparte mi visión de lo que oigo. Una cosa es la persona; otra, la obra de un artista. Para mí, es imposible mezclarlos.
Si éste es la última obra de esta banda, bueno, debo decir que se fueron por la puerta grande en lo que se refiere al aspecto musical. Este disco contiene una producción demasiado buena, acompañado por las típicas temáticas del grupo, pero, y lo que me llamó más la atención, es que la banda toca todo de una forma más madura. No como unos muchachos, sino como unos hombres ya bastante vividos. La apertura, "Lit Me Up", debe ser, no sólo una de las mejores formas de abrir un disco en el 2017, sino una de las mejores canciones compuestas por el grupo. Su sonido tan compacto, tan oscuro, tan cavernoso y lastimero es un gancho instantáneo para aferrarte a esta escucha. Otros temas, como "Can't Get It Out", recuerdan al tiempo en donde ellos estaban en la onda más Emo, Hablando de onda, también hay mucha vibra de los años noventas, con tracks como "Waste", "137" y "Same Logic/Teeth", con este último recordándome a Daisy . "Out of Mana" me parece una combinación de Nine Inch Nails y Mad Season, un proyecto que tuvo Layne Staley de Alice in Chains en 1995.
No obstante, "Could Never Be Heaven", "No Control" y "451" es lo más débil del disco. Menos mal que volvieron a retomar las cosas, finalizando con una excelsa "Batter Up", llena de mucha melancolía. No es el mejor disco de la carrera de la banda, mas es una escucha obligatoria para todo fanático del Rock Alternativo. Salvo esos momentos que nombré, lo demás es completamente disfrutable. Es un álbum de Rock que se siente pesado para el género; algo que faltaba desde hacía un buen tiempo.
Nota: 7/10
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