Durante la cima del movimiento Grunge de principios de los noventas, no había una banda de Rock que fuera tan asociada al movimiento y, a su vez, se mantuviera tan al margen de todos como The Afghan Whigs, el grupo americano, liderado por Greg Dulli, que venían ya desde finales de los años ochentas, pero que fue en los noventas cuando obtuvo su mayor reconocimiento.
Ahora, ¿por qué al margen del movimiento?, simple; The Afghan Whigs tenían un sonido puro de esa era, junto con la voz desgarrada de Dulli y unas letras que exudaban testosterona a más no poder, aparte de la depresión que caracterizaba a ese entonces. Pero, y a diferencia de los otros proyectos de los noventas, Dulli y compañía decidieron mezclar el Soul y el R&B en su música. Era un Rock Alternativo con una elegancia y una sensualidad cruda que, para mis oídos, era primera vez que lo escuchaba. Eso me pasó también con Morphine, pero eso ya es otra historia.
Fue en los noventas que la banda tuvo su mayor auge. Ya para los dos mil, se habían separado e iniciado distintos proyectos. Dulli, por su parte, lanzó un álbum solista y creó el grupo The Twilight Singers. Cabe decir que nada de lo que ocurrió luego fue lo suficientemente impactante o satisfactorio para la fanaticada.
El grupo volvió en esta década y, desde el 2.014 para acá, han tratado de revivir sus viejas glorias, cambiando miembros de la banda, con Dulli siendo el único constante. Su álbum del 2.014 Do to the Beast fue un regreso que, en mi opinión, aunque tuvo uno que otro single fuerte ("Algiers", principalmente), lo demás del material no luchaba ni con lo más bajo de su mejor período. Fue un disco que no me dejo satisfecho del todo, sin ser enteramente malo.
Corría el 2.017 y la banda anunció su nuevo trabajo titulado In Spades , álbum que dio un enorme single en la forma de "Demon in Profile". No les mentiré, repetí ese vídeo una y otra vez desde que salió. La sensualidad del grupo, que había decaído bastante en su anterior obra, la retomaron enormemente con ese sencillo. Era una composición sobria, elegante y atractiva con la voz de Dulli mostrando una mayor experiencia a la hora de contar las historias.
No obstante, temo decir que lo demás de la obra me dejó menos satisfecho que Do to the Beast . ¿Por qué? Bueno, aunque la producción es buena, algo que siempre ha estado presente en los discos de la banda, la mayoría de las canciones no presentan un carácter definitorio. Exceptuando la nombrada, "Arabian Heights", que recuerda un tanto a "Matamoros" de su anterior obra y a "Begging You" del peor período de los Stone Roses, por alguna razón, y "Oriole", la cual es otra canción que me recuerda un poco a la onda de "Algiers", no existe otra canción que se te quede en la memoria en este disco. No son malas, sino que no poseen ese elemento de permanencia en el tiempo, que es uno de los elementos más importantes al oír una obra.
No obstante, temo decir que lo demás de la obra me dejó menos satisfecho que Do to the Beast . ¿Por qué? Bueno, aunque la producción es buena, algo que siempre ha estado presente en los discos de la banda, la mayoría de las canciones no presentan un carácter definitorio. Exceptuando la nombrada, "Arabian Heights", que recuerda un tanto a "Matamoros" de su anterior obra y a "Begging You" del peor período de los Stone Roses, por alguna razón, y "Oriole", la cual es otra canción que me recuerda un poco a la onda de "Algiers", no existe otra canción que se te quede en la memoria en este disco. No son malas, sino que no poseen ese elemento de permanencia en el tiempo, que es uno de los elementos más importantes al oír una obra.
Es algo decepcionante que uno de tus grupos favoritos vuelvan con algo que quede por debajo de lo que esperabas, y, en mi caso, The Afghan Whigs no me han terminado de convencer con ninguno de sus regresos. Espero que Greg Dulli piense bien las cosas antes de lanzar un larga duración nuevamente, si lo vuelve hacer.
Nota: 6/10
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