Decir que soy un fiel seguidor de Broken Social Scene es mentirle a todo el mundo.
Mientras sé de sus discos, nunca he estado motivado a escucharlos hasta muy recientemente. Y sí, sé que es algo raro para una persona que se la pasa probando variados estilos de música decir que no ha escuchado un disco de este colectivo, por llamarlo de alguna forma. Y realmente ni siquiera son los únicos que han pasado por ese trato de mi parte. Hay demasiados artistas y bandas que, si les contara quiénes son, se caerían para atrás. Pero, creo saber por qué lo hago con la gran mayoría de los casos: Porque, para los melómanos, son demasiado conocidos. Es una excusa rara, pero es cierta. Mientras más fama tenga un disco, como que mis ganas de oírlos disminuyen, o me emociono tanto por ellos que me digo que los escucharé luego de unos cuantos álbumes más, ya saben, como para aclimatarme y disfrutarlo mejor y, al final, nunca lo oigo hasta muchísimo tiempo después. Siempre me voy más por los desconocidos o por los que, realmente, despiertan un interés en mí. Lo sé, soy extraño, pero... ¿qué más?
Sin embargo, con esta banda fue, simplemente, falta de interés. Por si no lo saben, Broken Social Scene es un colectivo o super grupo canadiense que lleva lanzando discos desde el año 2001 y en espacios largos de tiempo la gran mayoría. Su número de integrantes ha variado desde séis hasta diecinueve miembros, con muchos de ellos formando otros proyectos como Metric, Stars y Do Make Say Think y lanzándose más hacia lo solista, como en los casos de Feist y Emily Haines (Que tiene un grupo, pero siempre la acomodo más como solista).
Escuchando recientemente sus anteriores trabajos, me di cuenta del por qué todo el mundo ha estado tan pendiente de ellos en la anterior década: De su estilo, surgieron muchos. Oyendo su primer álbum, no se podría prever lo que venía, ya que, siendo honestos, Feel Good Lost del 2001 no era un álbum que te agarrara tanto. Casi todos sus cortes eran más hacia el terreno de lo Ambiental y la mayoría de sus ideas parecían eso; simples ideas. Pero, una vez que crearon You Forgot It in People del 2002, fue como que todo encajó a la perfección. Las bases ambientales seguían, pero se oían una amalgama de influencias tan distintas la una de la otra, como de Brian Eno a Sonic Youth y, quizás sea el único, pero hasta del dúo francés AIR. Había un aire muy artístico en lo que ellos proyectaban y, aún siendo caóticos, se palpaba una hermosura a través de su música. Es algo magnífico de apreciar, ya que ellos influenciaron con este disco al sonido de muchas bandas y artistas que vinieron a impactar unos años después. Arcade Fire los consideraría uno de los tantos.
No obstante, aún con el éxito por parte de los críticos, sus siguientes trabajos no me terminaron de convencer y, desgraciadamente, su sonido, el que una vez fue único, ahora se siente gastado o un tanto genérico en comparación a otros actos que salieron luego. Ese disco del que hablé sigue sintiéndose fresco; el resto no tanto. Y su último trabajo, Forgiveness Rock Record del 2010, lo sentí como el más débil de todos, con la mayoría de sus canciones siendo demasiado trilladas o blandas. Ahora, y luego de siete años tras ese trabajo, no puedo decir exactamente lo mismo de su disco Hug of Thunder .
En su caso, este álbum, a diferencia del anterior, suena más motivado; más creativo; conservando accesibilidad, pero sin dejar aparte esa vena experimental que el grupo incluyó en sus primeros discos. Es un trabajo que transmite epicidad y positivismo frente a algo malo. Es valeroso en su música. Según leí, ellos se inspiraron por los ataques terroristas que ocurrieron hace unos años en París y tiene sentido tras escuchar las dos primeras composiciones, "Sol Luna", la cual te deja esa sensación de tristeza, y "Halfway Home", la cual alza el espíritu con su ritmo tan cargado de brío. Es uno de sus mejores temas en años.
Sin embargo, el hecho de que me gustó no significa que lo considere siquiera cerca de la obra del 2002, pero sí es muy superior al del 2010. Es un trabajo que, aunque siento que no todas las canciones tuvieran esa fuerza o esa pasión que los distinguía en sus mejores tiempos, logra ser lo suficientemente consistente como para hacerte pasar un buen rato. El ejército volvió con un torbellino de emociones que, probablemente, te sacudan al escucharlos.
Nota: 6/10
Mientras sé de sus discos, nunca he estado motivado a escucharlos hasta muy recientemente. Y sí, sé que es algo raro para una persona que se la pasa probando variados estilos de música decir que no ha escuchado un disco de este colectivo, por llamarlo de alguna forma. Y realmente ni siquiera son los únicos que han pasado por ese trato de mi parte. Hay demasiados artistas y bandas que, si les contara quiénes son, se caerían para atrás. Pero, creo saber por qué lo hago con la gran mayoría de los casos: Porque, para los melómanos, son demasiado conocidos. Es una excusa rara, pero es cierta. Mientras más fama tenga un disco, como que mis ganas de oírlos disminuyen, o me emociono tanto por ellos que me digo que los escucharé luego de unos cuantos álbumes más, ya saben, como para aclimatarme y disfrutarlo mejor y, al final, nunca lo oigo hasta muchísimo tiempo después. Siempre me voy más por los desconocidos o por los que, realmente, despiertan un interés en mí. Lo sé, soy extraño, pero... ¿qué más?
Sin embargo, con esta banda fue, simplemente, falta de interés. Por si no lo saben, Broken Social Scene es un colectivo o super grupo canadiense que lleva lanzando discos desde el año 2001 y en espacios largos de tiempo la gran mayoría. Su número de integrantes ha variado desde séis hasta diecinueve miembros, con muchos de ellos formando otros proyectos como Metric, Stars y Do Make Say Think y lanzándose más hacia lo solista, como en los casos de Feist y Emily Haines (Que tiene un grupo, pero siempre la acomodo más como solista).
Escuchando recientemente sus anteriores trabajos, me di cuenta del por qué todo el mundo ha estado tan pendiente de ellos en la anterior década: De su estilo, surgieron muchos. Oyendo su primer álbum, no se podría prever lo que venía, ya que, siendo honestos, Feel Good Lost del 2001 no era un álbum que te agarrara tanto. Casi todos sus cortes eran más hacia el terreno de lo Ambiental y la mayoría de sus ideas parecían eso; simples ideas. Pero, una vez que crearon You Forgot It in People del 2002, fue como que todo encajó a la perfección. Las bases ambientales seguían, pero se oían una amalgama de influencias tan distintas la una de la otra, como de Brian Eno a Sonic Youth y, quizás sea el único, pero hasta del dúo francés AIR. Había un aire muy artístico en lo que ellos proyectaban y, aún siendo caóticos, se palpaba una hermosura a través de su música. Es algo magnífico de apreciar, ya que ellos influenciaron con este disco al sonido de muchas bandas y artistas que vinieron a impactar unos años después. Arcade Fire los consideraría uno de los tantos.
No obstante, aún con el éxito por parte de los críticos, sus siguientes trabajos no me terminaron de convencer y, desgraciadamente, su sonido, el que una vez fue único, ahora se siente gastado o un tanto genérico en comparación a otros actos que salieron luego. Ese disco del que hablé sigue sintiéndose fresco; el resto no tanto. Y su último trabajo, Forgiveness Rock Record del 2010, lo sentí como el más débil de todos, con la mayoría de sus canciones siendo demasiado trilladas o blandas. Ahora, y luego de siete años tras ese trabajo, no puedo decir exactamente lo mismo de su disco Hug of Thunder .
En su caso, este álbum, a diferencia del anterior, suena más motivado; más creativo; conservando accesibilidad, pero sin dejar aparte esa vena experimental que el grupo incluyó en sus primeros discos. Es un trabajo que transmite epicidad y positivismo frente a algo malo. Es valeroso en su música. Según leí, ellos se inspiraron por los ataques terroristas que ocurrieron hace unos años en París y tiene sentido tras escuchar las dos primeras composiciones, "Sol Luna", la cual te deja esa sensación de tristeza, y "Halfway Home", la cual alza el espíritu con su ritmo tan cargado de brío. Es uno de sus mejores temas en años.
Sin embargo, el hecho de que me gustó no significa que lo considere siquiera cerca de la obra del 2002, pero sí es muy superior al del 2010. Es un trabajo que, aunque siento que no todas las canciones tuvieran esa fuerza o esa pasión que los distinguía en sus mejores tiempos, logra ser lo suficientemente consistente como para hacerte pasar un buen rato. El ejército volvió con un torbellino de emociones que, probablemente, te sacudan al escucharlos.
Nota: 6/10
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