Impredicibilidad es una cualidad que, a la hora de ser trasladado a la música, y en casos más súbitos, termina siendo, en su mayoría, un fracaso. ¿Cómo cambiar la mentalidad o el gusto de cierta audiencia hacia un trabajo del cual ya venías acostumbrado a oír? Que tu banda favorita de Metal comience a incorporar elementos de Hip-Hop, por ejemplo. Vimos lo ocurrido el año pasado con Linkin Park y lo que acarreó luego, como la muestra más cercana a esta teoría. Hay tantos artistas que se arriesgan a cambiar de estilos, siendo unos pocos los que son recibidos con gloria. Al pensar en casos en los cuales los cambios fueron aceptados, los primeros en llegarme a la cabeza son Radiohead y Beck, sobre todo éste último que en cada disco nos viene mostrando una versión del intérprete muy distinta a lo que hizo en su anterior disco. Pero, hay un caso un tanto más marginado o mal visto que, aún con todo, poseen una cantidad enorme de seguidores para cada disco que estrenan; estoy hablando de Ulver.
Provenientes de uno de los escenarios más complicados para desarrollarse, la fría escena del Black Metal noruego de los años noventas, llena de satanistas y personalidades aferradas completamente a su propio caos y oscuridad, encontramos a Ulver, una banda que se distanció colosalmente de sus contemporáneos. Siendo sus primeros discos cantados mayormente en su idioma y arraigado a los elementos del Black Metal y su folclore, Ulver logró convertirse en una de las bandas más representativas de dicha escena, con un culto de seguidores bastante apasionado; mismo culto que nunca pensaron en los múltiples cambios que tendrían sus ídolos. Del Metal a Perdition City , del año 2000, un disco completamente Experimental y Electrónico, con un Garm, su cantante, olvidándose de su pasado brutal, cambiando gruñidos por voces angelicales. De ahí, más cambios: Música ambiental, bandas sonoras, música más experimental con toques tribales, tópicos más teatrales y/o artísticos, música sinfónica, entre muchos otros. Garm, por su parte, cantando en varios idiomas con otros proyectos y desarrollándose musicalmente como uno de los cantantes más versátiles de estos tiempos. Es el Sol y la Luna al escucharlo aquí y con su otro proyecto, Arcturus, cuya música es un circo infernal espacial, siendo esta la forma más cercana y más lacónica de describirlos.
Como pueden notar, soy un seguidor de este grupo y de Garm, el cual es uno de mis cantantes favoritos. Admiro las agallas de Ulver, ya que, en el trayecto, perdieron a una cantidad de seguidores enorme por perseguir otras influencias. De ser una banda reverenciada de la escena más oscura del Metal, pasaron a ser los más vilipendiados por sus fans. Aún así, ellos continuaron y se volvieron cada vez más impredecibles. Y, justamente, esa impredecibilidad es lo que nos trae a esta entrada; The Assassination of Julius Caesar . Una obra con tintes históricos y con un agarre ochentoso, siendo éste, prácticamente, el trabajo más accesible del grupo en toda su carrera.
No mentiré; este disco es el que debía de haber lanzado Depeche Mode el año pasado. Es que, oyéndolo, es algo paradójico que Depeche Mode estrenara un trabajo tan decadente y Ulver, una banda acostumbrada a entregarnos trabajos más difíciles de digerir, nos diera de obsequio el mejor álbum en mucho tiempo de Depeche Mode que nunca grabó. No todas las canciones tienen tanta personalidad como en muchos de sus discos anteriores, pero es la presencia de Garm que hace que cada canción funcione de una forma especial. Es un álbum inteligentemente escrito con ritmos más sintetizados, más sensuales y, a su vez, góticos sin llegar a perturbar.
Puedo entender a las personas que no se sintieron tan emocionadas al probar este disco, ya que la gran mayoría esperaba una obra mucho más ambiciosa por parte de estos personajes. Y, claro, ese es el defecto principal del disco. No obstante, por lo menos para mí, este trabajo me resultó bastante adictivo desde la primera escucha y siento que fue muy inteligente del grupo darnos un disco que busque llegar a otras audiencias, sin perder ese factor que los hace ser ellos mismos en cuanto a sus composiciones. Uno de mis discos favoritos del 2017.
Nota: 8/10
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