¿Saben? La música ambiente, y el Drone específicamente, no son géneros fáciles de digerir. Suena duro admitirlo, pero hasta el más grande fanático de estas corrientes sabe de lo que hablo. Es un género que, para el que lo conoce y lo aprecia muy bien, está lleno de profundidad emocional en cada parte de las obras; desde momentos de pura belleza y delicadeza hasta momentos llenos de pesadez, oscuridad, opresión y tristeza. Es un manjar auditivo para el experto en el tema.
Desgraciadamente, no me considero un fanático del género. Conocedor, quizás; más no experto. Tengo una prima que es una experta en estos géneros, 24/7 vive escuchando toda esta amalgama de compositores con un retrato único del panorama musical. Le envidio esto a ella en cierto modo.
Aún así, yo siempre me dejo llevar por el instinto realmente; se cuando algo es bueno en el momento en que lo escucho, aunque no sepa qué estoy oyendo, se cuando algo tiene ese "factor x" que lo diferencia del resto. Esto me pasó cuando escuché los trabajos de Tim Hecker. No sabía originalmente qué escuchaba, pero sabía que era algo que necesitaba seguir explorando en mi vida.
En esta oportunidad, vengo a hablarles del nuevo trabajo del músico Lawrence English titulado Cruel Optimism, lanzado al mercado en Febrero de este año. Lawrence English no es nuevo en esto. Su carrera se remonta en sus primeros intentos de fama allá por el año 2003. Ha lanzado múltiples discos y EPs con el paso de su historia musical y, ahora, nos trae este proyecto, que es el primero de dos que estrenó este año (siendo el otro en Abril).
Cruel Optimism es lo que dice su título. Un trabajo donde el músico trata de indagar en destellos de belleza en un mundo cruel y oscuro, donde la luz no existe y la belleza es un elemento que es más difícil de encontrar que el agua en el desierto. Es un álbum que crea un ambiente opresivo a base de unas texturas muy bien logradas, cumpliendo con el cometido del nombre del álbum. Suena como una fuerte cascada que inunda tus sentidos al más puro estilo del Drone.
La única falla que encuentro en el álbum es que, aparte de las increíbles texturas que posee, no logra tener un factor innovador o único que lo diferencie del resto. Es un trabajo muy consistente que hace que el oyente se sumerja en las corrientes auditivas, más no aporta nada a un género que ha tenido tan buenos predecesores y que cada día va evolucionando. Lo he visto muy mencionado en ciertas páginas como una de los mejores lanzamientos del año, pero difiero en lo comentado.
En conclusión, Lawrence English nos dió una enorme muestra de densidad y oscuridad, pero sin el factor diferencial en la ecuación musical actual, lo cual causará, en mi por lo menos, que se desvanezca en el olvido. Aún así, esto es opinión personal de este servidor, quizás a ustedes les guste mucho más que a mi.
Nota: 5/10
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