Desde cierta etapa de mi vida en la universidad, comencé a escuchar un género que no conocía o que, por lo menos, lo consideraba un híbrido entre la electrónica y el hip-hop y, del cual, quedé completamente fascinado por su estructura y sonido: el género que les hablo es el trip-hop; género que, puede decirse, fue olvidado después de su época de mayor auge (los años 90s). No se por qué, pero me sentía atraído, sea mientras no hacía nada o mientras realizaba alguna tarea, siempre escuchaba ese género. Adoraba la sensualidad de Róisín Murphy en Moloko, o la misma sensualidad, pero combinada con altas dosis de oscuridad y depresión en Portishead, o lo calmado y, a la vez, cambiante de Tricky, o la pulida producción de los discos de Massive Attack (Mezzanine es uno de mis álbumes favoritos). No podía evitarlo.
Me da cosa que un género tan rico en distintos matices se haya quedado en el recuerdo. Y sí. Se que con el paso de las últimas dos décadas, han habido uno que otro proyecto que trae algo de ese estilo, pero no causa la misma sensación que los clásicos, nada más cierta nostalgia pasajera.
Recientemente, descubrí este álbum que, aunque no logra transportarte a la década dorada del género, por lo menos, te trae cierta frescura en el presente año que, irónicamente, aunque han aparecido ciertos artistas tratando de revivir este estilo, no logran obtener el éxito deseado.
Arms and Sleepers es un dúo americano conformado por Max Lewis y Mirza Ramic, que se juntaron para grabar música en el año 2006 después de haber pertenecido a un grupo de post-rock llamado The Life Exists. Este dúo tiene la costumbre de crear experiencias cinemáticas en sus conciertos, respaldando su música con efectos visuales realizados por Dado Ramadani.
Después de haber estado en un hiato entre los años 2012-2014, el dúo volvió a juntarse a grabar dos álbumes: Uno, que fue Swim Team (2014), y el otro, que es el que nos trae a este post: su nuevo álbum del 2017 titulado Life Is Everywhere.
Life Is Everywhere combina el trip hop junto con la música ambiente para crear unos beats y unas texturas orgánicas que te muestran, a mi parecer, un mundo inhóspito, cósmico y triste, donde te llevan a ti, el oyente, en búsqueda de vida en todos los sitios a los que te transporta. Yo se que el título te da la sensación de ser un álbum complejo, y hasta alegre, pero, al igual que la portada, no puedo sentir más que esa oscuridad tan intrínseca y etérea que te muestra el dúo.
Hay colaboraciones por parte de Airøspace y Serengeti, donde los dos insertan sus rimas en las composiciones pero que, a mi parecer, baja la calidad del álbum. Siento que debería ser un disco que se disfrute sin la necesidad de voces, sólo dejar al oyente que ilustre todo su recorrido por ese mundo estelar sin que nadie le diga nada, así como cuando lees un libro y te imaginas los paisajes, sin ningún sonido exterior, sólo tu mente divagando en ideas de construir un mundo a base de letras.
En conclusión, Arms and Sleepers nos obsequia un trabajo que, lejos de ser perfecto e innovador, logra hacer sentir al género fresco en un presente año, donde se han escuchado muchas propuestas buenas en el ambiente musical. Su falla recae en la inclusión de voces, a mi parecer, ya que siento que su flujo se daña un poco, pero, por otro lado, creo que es un disco que, aunque no vaya a estar en muchas listas de lo mejor del año, por lo menos digo que vale la pena escucharlo si eres fan del género o de la música ambiente como tal.
Nota: 5/10
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