Nunca me he considerado un enorme conocedor de música. No soy periodista, más tampoco soy un bloque en lo que se refiere a conocimientos de esta índole. No soy el que más conoce, pero tampoco el menos. Digo esto porque, así como sé detalles que, quizás, no todo el mundo esté al tanto en referencia a artistas desconocidos o con una fama casi subterránea, hay casos en donde existe un artista reconocido, del cual no logro saber mucho de él. Un claro ejemplo de esto es Jack Antonoff, un nombre que, mientras ha permanecido escondido para mi, ha estado impregnado en mucha de la música que escucho y que, probablemente, tú también.
Jack Antonoff es un productor, cantautor y multiinstrumentista que ha logrado una enorme fama tras trabajar con artistas del calibre de Pink, Lorde, Taylor Swift, Carly Rae Jepsen, St. Vincent y Sia y, en menor fama, con Grimes y How to Dress Well. Aparte de esas colaboraciones tan destacadas en el rango de productor y compositor, ha liderado la banda Fun que, a principios de esta década, aparecían por todos lados con su single "We Are Young" al lado de una casi notada colaboración con Janelle Monae. En mi caso, no sabía que él era el lider del grupo; a eso me refiero de no saber de su existencia. Sabía que era un productor famoso; más no miembro de una agrupación conocida. Se podría decir que Antonoff ha estado en la música que escuchamos a cada rato y uno ni lo notaba. Es más, tiene otro acto llamado Bleachers (El correspondiente a esta entrada), con quien ha lanzado un álbum en el año 2014.
Personalmente, y como no sabía de su existencia, no he oído el trabajo anterior de este acto. Y, siendo sinceros, tampoco quise indagar mucho, ya que, aunque no soy un seguidor completo de él, ya le conozco el estilo a Antonoff. Sus producciones y su manera de escribir canciones son casi himnos de la cultura Pop actual que tratan temas nostálgicos o tristes, pero con explosiones sonoras llenas de una aparente felicidad. Algo bastante contradictorio. Claro ejemplo es la canción principal de Fun, "We Are Young", con el cual lo conocí. Sabiendo el nombre de él, pueden venirme a la mente algunas canciones de las nombradas artistas que se asemejan en estilo y comprendo, ahora, la relación que poséen.
Gone Now (2017), el segundo trabajo de Antonoff bajo este nombre, busca realizar la misma hazaña por la cual se ha hecho conocido; crear un álbum que nos lleve a la nostalgia de una época a la cual no podemos volver o, el que no había nacido, como en mi caso, experimentar; la década de los ochentas. Un tópico que ha sido tocado recientemente por distintos performers al punto de ya considerarlo una especie de revival . Pero, el sonido del álbum no se queda ahí; son composiciones optimistas y bailables que se centran un tópicos un tanto melancólicos. Literalmente, escuchas esto y piensas que estás oyendo a grupos como The Psychedelic Furs y Simple Minds. Hay un aire de juventud; de madurez; de inocencia en toda su producción. Es una obra lineal, con unas colaboraciones provenientes de Lorde y Carly Rae Jepsen ("Hate That You Know Me" y "Don't Take the Money, respectivamente) que, aunque no destacan demasiado, secundan la emoción puesta por el cantautor en su voz, la cual es la que guía el destino del trabajo. No tiene la mejor voz, pero la emoción que influye en los tracks es suficiente para mantenerte enganchado. Esto por aquí.
Sin embargo, temo decir que, aunque el trabajo no tiene algo que se le pueda considerar deficiente o malo, he de decir que tampoco tiene algo que te enamore completamente. La fórmula retro puesta por Antonoff y sus inteligentes composiciones podrían ser más resaltantes si no existieran ya muchos proyectos con mejores contribuciones a la industria o, al menos, con material más disfrutable. Casos como el de la propia Carly Rae Jepsen, con el estilo tomado a partir de Emotion (2015), o el proyecto francés de Anthony Gonzalez, M83, Hurry Up, We're Dreaming (2011), fueron mucho más refrescantes en su tiempo, cuando el boom de esta corriente comenzaba a tomar forma en base a trabajos como estos. Pero, en el caso de esta obra de Bleachers, ha llegado a sumarse unos años más tarde, en mi humilde opinión, quedando como algo bueno, más no memorable. Estaré al tanto de Antonoff y sus siguientes proyectos; ya tengo uno en ojo (U oído) que tengo pendiente por publicar. Pero, espero que lo que haga sea más innovador o interesante que esto.
Nota: 5/10
Comentarios
Publicar un comentario