Existen personas, como su servidor, que, desde pequeños, tratamos de sonreír aún en los peores momentos. Muchas veces, una sonrisa fingida, pero que esbozamos porque es lo único que nos queda antes de detenernos y comenzar a llorar. Muchas veces, y con todo lo que nos cae encima, debemos seguir hacia adelante, buscando ignorar estos sentimientos sin conseguir éxito alguno. Sufrimos y lo llevamos guardado por dentro hasta que pasan los años y esa carga te carcome y aumenta, como un pequeño monstruo. Pero, durante todo el proceso, seguimos riendo. Sin descansar un día. Esto es lo buscó hacer la banda Paramore con su obra del año pasado.
Este grupo fue uno de los referentes del Pop Punk en la década anterior, con sus primeros discos con un tono más Emo que lo que conseguimos ahorita en ellos. Podía su música volverse pesada, mas, sin embargo, no se volvía estrambótica ni deprimente, sino que conservaban un cierto toque motivacional. Eran muchos problemas adolescentes que dejaban salir en una muestra de rebeldía e ignorancia hacia un período que pasamos y olvidamos en el mayor de los casos. Sin embargo, y a medida que pasaba el tiempo, Paramore, aún con su foco intacto, debían madurar. No podían quedarse como los jóvenes eternos. Debían crecer y enfrentar problemas más fuertes. No era algo fácil, como todo en la vida, pero debían hacerlo por el bien de ellos y de sus seguidores.
Cabe destacar que la primera vez que ví el video de "Hard Times", el primer single de este trabajo, no pude evitar el contener mi rostro por el asombro como también por la pena ajena. Me parecía increíble que el grupo Emo punketo que conocí en el 2007 vino con una canción que parecía sacada de un disco de Cyndi Lauper de los años ochentas. Sin embargo, todo eso cambió.
Tras múltiples oídas, acepté la maduréz de la banda. Esta obra tiene tintes Pop casi pastelados en su totalidad. Sus juegos con los ritmos ochentosos y caribeños nos dan una prueba dulce de la cobertura de su obra. Sus temas de entrada deben ser de los mejores momentos del año, utilizando tres de sus singles para engancharte completamente: "Hard Times", "Rose-Colored Boy" y "Told You So". Todo el ambiente, en su música, es festivo, es motivador, es casi paradisíaco. No obstante, eso es su música; sus letras son bastante oscuras. Enmascarándonos con una falsa alegría (Como el título de uno de sus tracks), Hayley Williams nos cuenta relatos con respecto a su lucha con la depresión y sus amargas experiencias en relaciones previas. Vemos tópicos como la depresión, ya dicha, y la ansiedad permeándo el álbum. Es un disco con canciones que se te pegan como un chicle y que pueden hacerte mover, pero con un mensaje deprimente detrás de todo.
No será el álbum más fluido del año, pero muchas canciones, como los singles, tienen personalidad propia y muy buenos ganchos y ritmos que se quedan contigo una vez que termina la obra. Honestamente, Paramore no es mi banda preferida, pero, en este trabajo, sobresalieron con creces y mostraron una madurez no vista en el grupo. Mi álbum favorito de ellos hasta la fecha.
Nota: 7/10
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