Dentro de cada uno de nosotros, habita un sádico; alguien que disfruta del dolor ajeno. No pueden negarlo. Sea a grandes escalas o en pequeñas, adoramos ver a otro sufrir; sea por alguna broma pesada que le hacen a un compañero de clases, o por enterarte de alguna cosa mala que le pasó a la persona que te caía peor, o, puede ser, por alguna clase de película de temática de horror. Ya saben, a lo SAW u Hostal. ¿Por qué no? Hay incluso gente que busca ver algún video que contiene un material fuerte por algún reto de amigos o por curiosidad propia. Esa simple curiosidad es un destello de nuestro lado más oscuro. Ese que tenemos en nuestro interior y que reprochamos a veces. Ese lado oscuro fue lo que me llevó a esta entrada; el probar, lo que puede ser, uno de los discos más desgarradores y shockeantes del 2017 de la mano de una artista revelación.
Kristin Hayter, mejor conocida por su nombre artístico, Lingua Ignota, es una mujer con un pasado bastante lamentable. Según leí por alguna página, ella ha sido abusada, tanto de forma física como mental, por antiguas parejas. Es una mujer con una mala suerte para el amor. Alguien que, a medida de que oyes el audio de su trabajo, sientes que perdió esa búsqueda de afecto hace tiempo. Una artista llena de rabia, rencor, tristeza, frustración, enojo, entre tantas otras emociones negativas hacia los hombres que la usaron. Y hasta por ella misma; quizás, su mayor enemiga.
Debo decir que el año pasado, lanzó dos discos, del cual solo escuché el correspondiente a esta entrada y más por esa dicha curiosidad morbosa. Al ver esa portada tan espeluznante, tan nauseabunda, tan vomitiva y, a su vez, tan dolorosa, tuve un presentimiento de que, no solo sería fuerte lo que contenía; sino que me iba a impactar en muchos sentidos. Solo esperaba que fuera en los correctos.
Empezando por su título, All Bitches Die (2017), Hayter suelta toda la bilis contenida durante tantos años en un performance completamente traumante. Su ira es el volante de este trabajo. A través de este disco, que se tambalea entre oscuros efectos sonidos casi industriales, podemos presenciar la mentalidad golpeada de esta compositora. Nos sumergimos en un caos presentado por unos escapes sonoros punzantes y tétricos y unos gritos desgarradores, lo suficientemente horribles para taparte los oídos si eres débil a este tipo de obras. Todo este caos se hace más terrorífico al mostrarnos variados momentos de belleza y quietud de la misma voz que hacía un rato te atormentaba. Hayter es una vocalista entrenada, por lo que se puede notar, pasando de gritos nauseabundos a cantos casi operáticos de extrema finura, que nos presenta con un suspenso enorme. Como si presintieras que algo más pasará en cualquier momento.
Algo he de admitir; esto no es para todo el mundo. Hay que tener un gusto muy específico para poder soportar esto. Personalmente, el disco me pareció algo bastante innovador y muy distinto a los trabajos de su tipo. He escuchado artistas como Pharmakon, que juegan mucho con sonidos Industriales, y debo decir que éste lo he disfrutado mil veces más. Hayter me recuerda un poco a grabaciones antiguas de Diamanda Galás, una cantante que recomiendo buscar si les gusta la onda experimental. Aunque, debo decir también que no planeo escucharlo muy pronto. Es una obra bastante agotadora y que, supongo yo, debe ser oída alguna rara vez. Si pensaban que Street Sects era fuerte, esta artista la pueden ver como su contendiente a lo más extremo del 2017.
Nota: 7/10
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