La nueva década nos ha presentado un advenimiento de una cantidad de proyectos que buscan traer viejas costumbres para mejorarlas o, al menos, darle un sonido más fresco y actualizado. Por ejemplo, y de lo que he hablado recientemente, artistas y bandas de la escena Pop han jugado con los ritmos ochentosos. Esos que te traen ciertas nostalgias. Que te recuerdan a las películas de John Hughes o a alguna música que te sirvió de banda sonora en tus años infantiles o juveniles. O, como en mi caso, no la conociste, pero la disfrutas bastante ahora que estás al tanto de las cosas. Es divertido el explorar la música y su historia.
Sin embargo, no es de los ochentas que vengo a hablarles en esta entrada, sino, mas bien, de la otra invasión que estamos viendo; la psicodélica. A bajo perfil, la psicodelia siempre ha estado presente en cada década. Sin embargo, nunca en escenarios tan grandes como aparece ahora. Anteriormente, The Flaming Lips, Mercury Rev y Spiritualized llevaban la batuta en este estilo. Ahora, contamos con bandas como Tame Impala, King Gizzard and the Lizard Wizard, Pond, entre otras... que, si bien no han superado a sus predecesores en fama, sí nos ha traído mucha frescura en el campo. Sobre todo, los primeros, quienes maravillaron a todos con sus dos primeros discos, Innerspeaker (2010) y Lonerism (2012).
No obstante, hay un grupo que vino hace unos años y que, pese a que lograron generar cierto revuelo entre la comunidad musical, no se ha hablado casi de ellos. Aún con lo bueno de su disco debut, Sun Structures (2014). Por supuesto, estoy hablando de los británicos Temples. Uno de los grupos psicodélicos que más impresionó al público con su debut hace unos años y que la gente los perfilaba a ser uno de los líderes del nuevo movimiento. Cosa que no ocurrió. La verdad es que ni siquiera sabía del estreno de un álbum de ellos el año pasado. Su continuación vino en la forma de Volcano (2017), en donde la agrupación buscaban implementar algunas piezas o trucos que no habían aplicado en Sun Structures .
¿Qué puedo decir?; es un álbum decepcionante. Siento tener que ir al grano de esta forma, pero no hay mucho qué decir. Su poco revuelo es más que justificado. Aunque el conjunto le añadió algunas cosas nuevas al disco (Según ellos), la mayor parte de esta obra suena olvidable y, aparte, muy parecida a su predecesora. La diferencia entre esto y su debut fue que, por lo menos, sus anteriores pistas tenían más personalidad, ya que su manera de tomar un sonido clásico y revitalizarlo en unas composiciones psicodélicas hipnotizantes era una marca distintiva de la agrupación, que les daba un toque de distinción entre el resto de actos. Aquí, ese sonido sigue, pero sin elaborar algo majestuoso o destacable. El opening "Certainty" nos abre con buen pie el disco. Sin embargo, de allí hacia abajo pierde mucha calidad. Mi interés, obviamente, ya se había ido desde la tercera pista. Seguí escuchando a ver, e, igual, no hubo nada que conectara conmigo de alguna forma.
Estoy seguro que los seguidores de la banda posiblemente se encuentren atraídos por este disco. Sin embargo, este LP no va a ser tan bueno para el nuevo fanático. Es recomendable que, si nunca has probado a esta banda, pruebes más con su primer trabajo, el cual contiene canciones más destacadas que estas.
Nota: 5/10
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