Okey; esta clase de entradas son las que me emocionan bastante. No muchas veces porque sea un ferviente seguidor de algún artista o grupo, sino porque son parte de mi memoria y de mis primeros pasos a descubrir una cantidad de performers que abrieron mi mente. Si eres como yo, de esos que se desarrollaron en sus gustos musicales de adolescentes, o eran de esos que ya estaban adultos, jóvenes, pero adultos, y eran fanáticos de la escena Independiente de mediados de los dos mil, debiste haber oido de este dúo. Puede ser por Pitchfork y sus incontables reseñas o porque, de manera extraña, por lo poco conocidos en comparación a otros, te gustaba la canción "Let's Make Love and Listen to Death from Above" de los brasileros Cansei de Ser Sexy, pero a este dúo lo conocías. Death from Above (1979) eran una de las propuestas más directas y divertidas de la escena independiente al estrenar su venerado trabajo You're a Woman, I'm a Machine (2004), el cual traía un conjunto de grabaciones potentes, sensuales, con cargas Noise y Post-Hardcore que harían quedar a los Royal Blood como unos pusilánimes.
La estética y el estilo del dueto, tan DIY, atrajo la atención de distintas personas frustradas y deseosas de una carga de Rock enorme como también les atrajo problemas con James Murphy de LCD Soundsystem debido a su nombre, el cual es igual al de la disquera de él. Por suerte, esos asuntos parece que se solucionaron con el paso del tiempo. Y, aparte, porque el dúo no duró nada. Una vez que debutaron, al poco tiempo, se separaron y quedaron como un mito dentro de la escena musical de la década anterior. Diez años después, y para sorpresa de todos, se reformaron y estrenaron nuevo material The Physical World (2014), que, siendo honestos, no causó mucho impacto en mi. Eran canciones gastadas, con una que otra sobresaliendo, principalmente los singles, pero el resto, olvidable a más no poder. Tuvieron tiempo y dieron un trabajo muy por debajo de las expectativas del público, tristemente.
Pero, eso fue el 2014; esto es 2017 (2018, pero siganme la corriente) y Death from Above reaparecieron con nuevo material, Outrage! Is Now (2017), buscando superar lo que habían lanzado (O, por lo menos, eso pienso yo). En su nuevo material, se vió al dúo utilizar más toques electrónicos e incorporar elementos del Hard Rock que, en obras anteriores, eran intercambiables con sonidos más Noise; más crudos y con menos contemplaciones. Esto, como tal, sé que el dueto lo hace para refrescar un poco las cosas porque, honestamente, su estilo es difícil de tener variantes. Me gusta mucho la música de corte tan desprolija, pero el mismo estilo es un mal que mató a muchos otros grupos en la década anterior y que hizo que otros se fueran por distintas ramas. En el caso de Death from Above, no es tanto el estilo que les sea tedioso, es la producción la que cuesta para ganarme. Se oye más trabajada, más artificial, con una batería que, en muchos tracks, suena al típico instrumento desganado de muchos trabajos Indie actuales y que critico tanto. Es un sonido casi sintético que hace sonar a un grupo, que son referente a lo golpeante, bastante flojo.
La producción de estos años es un factor que ha matado muchos álbums para mi. Si lo aprecian bien, suena todo más sintético para un dúo que no necesita un tono así. Lo que necesitan es, primeramente, una obra más arriesgada, debido a que muchos tracks aquí suenan a las canciones normales del dúo, sin ninguna sorpresa o momento que destaque demasiado, y segundo, algo más agresivo y menos "pulcro", por decirlo de algún modo. No es un mal disco, pero tampoco una escucha imprescindible. Superó, por poco, al anterior álbum, pero no le llega por nada a su debut. Se encuentran en un limbo, donde estrenan trabajo tras trabajo sin mucho riesgo y con un sonido cada vez más blando. Vuelvan a ser los salvajes sensuales que les atrajo su fama original. Hace falta algo distinto, pero con la esencia del debut. Igual, disco recomendado para un rato libre y sin nada qué hacer.
Nota: 6/10
La producción de estos años es un factor que ha matado muchos álbums para mi. Si lo aprecian bien, suena todo más sintético para un dúo que no necesita un tono así. Lo que necesitan es, primeramente, una obra más arriesgada, debido a que muchos tracks aquí suenan a las canciones normales del dúo, sin ninguna sorpresa o momento que destaque demasiado, y segundo, algo más agresivo y menos "pulcro", por decirlo de algún modo. No es un mal disco, pero tampoco una escucha imprescindible. Superó, por poco, al anterior álbum, pero no le llega por nada a su debut. Se encuentran en un limbo, donde estrenan trabajo tras trabajo sin mucho riesgo y con un sonido cada vez más blando. Vuelvan a ser los salvajes sensuales que les atrajo su fama original. Hace falta algo distinto, pero con la esencia del debut. Igual, disco recomendado para un rato libre y sin nada qué hacer.
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