¿Ustedes, alguna vez, atesoraron algo, sea un objeto o un sitio, al punto de llevarlos en su recuerdo hasta este día? Imaginen, por ejemplo, un sitio. Probablemente, un barrio donde crecieron; donde comenzaron a ver el mundo desde su punto de vista más inocente. Conociendo a sus primeros amigos, muchos de ellos siguen en la actualidad, otros se mudaron y les perdieron el rastro, tristemente; la flojera de salir todas las mañanas a tu colegio; su madre regañándolos por alguna travesura, sólo o con un compañerito; la emoción de despertar un fin de semana para ver las caricaturas en tu sillón favorito o en tu cama mientras desayunabas; las aventuras con tus amistades descubriendo cosas nuevas; una plétora de imágenes que quedaron grabadas y que guardas de forma tierna en tu recuerdo hasta ahora que, quizás, tengas una familia con tu esposa o esposo, y que, probablemente, le cuentes a ellos todo con entusiasmo y con anhelo de esos tiempos en donde todo era más alegre. De niño, todo lo vemos así.
Ahora, piensen en que ese sitio, que tanto atesoras, fuera derrumbado. Cada casa, cada edificio, cada banco cerca de una plaza o en un pequeño parque, cada rastro de tus días más felices siendo aplastados por la rueda de alguna enorme máquina o siendo demolido por un gran objeto contundente. Tantos recuerdos que quedaron en la ruina; eso le pasó a Open Mike Eagle.
Si sigues este blog, sabrás que Mike Eagle no es un nuevo nombre adherido en este "diario". Hace unos meses atrás, en una reseña un tanto clásica (Que volverán para este año cuando tenga un poco de tiempo libre), hablé de lo encantado que quedé con su trabajo revelación Dark Comedy (2014), una obra llena de la visión tan interesante del rapero acerca del mundo que lo rodea. En esa obra, no habían matones ni mujeres de la mala vida, sino las experiencias, contadas de la forma más simpática, del rapero, como padre de familia y como un adulto en la sociedad. Parte de esas historias como, por ejemplo, sus amigos, fueron conocidos en el barrio de esta entrada.
Brick Body Kids Still Daydream (2017) nos habla de su enojo hacia la demolición de un complejo de edificios en donde Eagle pasó parte de su infancia. La noticia fue cubierta en periódicos de Estados Unidos debido a que el sitio no estaba destrozado; todavía habían personas viviendo allí. Miles de ellas fueron desalojadas, como siempre, por decisiones políticas injustas. La rabia del rapero hacia esto está plasmada aquí pero, no se adelanten, en ningún momento escucharemos un disco violento viniendo de este MC.
Mike Eagle es uno de los raperos más inteligentes en la actualidad y, como tal, supo que su enojo era mejor plasmarlo de una manera melancólica. Este trabajo es un Hip-Hop lento, calmado, con una producción un poco deficiente comparado con su anterior trabajo solista (No cuento la colaboración con Paul White que vino en el 2016), pero que complementa en ciertos tracks la onda retro que posee cada uno de ellos. Su ingenio para crear letras es imperturbable, siguiendo con la parte más fuerte de su repertorio al recrearnos imagenes tan surrealistas como la de él mismo siendo un superhéroe en su historia ("Legendary Iron Hood") o la representación de un edficio de ladrillos, gigante e indestructible, en su crítica política más fuerte en el disco ("Brick Body Complex"). Todas alegorías de un complejo en donde ves a tus objetos preciados inmortales pero que, en su realidad, no lo son y podrían acabar o ser destruidos en el momento en que menos lo esperas. La nostalgia en esta obra se nota enormemente en relatos en referencia a la situación planteada, como en el track final "My Auntie's Building" o en "No Selling (Uncle Butch Pretending It Don't Hurt)", con su observación y su juego de palabras en su mejor punto.
Sinceramente, mientras el disco es una gran obra de este estilo, siento que muchos seguidores de él se decepcionarán un poco por la manera en cómo se desarrolla. Normalmente, Eagle nos tiene acostumbrados a observaciones un tanto inocentes y cómicas, pero aquí todo es más triste. Un lado que el rapero no había mostrado en su carrera. Todos lo tenemos; no podemos estar felices siempre, pero, los seguidores, no están acostumbrados a verlo y eso puede bajar los ánimos de muchos que esperaron un trabajo normal para el músico. Otra cosa que puede molestar también es el desmedro en su producción, la cual siempre ha sido uno de los focos principales en sus anteriores trabajos solistas. No es un mal disco en absoluto, pero esos detallitos, a los más quisquillosos, podría incomodarles algo.
En mi opinión, esos serían los únicos puntos en esta obra que la disminuyen un tanto. No es nada del otro mundo, porque, la realidad, es que el trabajo es bastante bueno. Es una crítica política llena de enojo, pero camuflajeada en un manto de nostalgia y melancolía de los tesoros que se perdieron. Siempre escucharé un trabajo de Mike Eagle y nunca me cansaré de recomendar a este MC tan dotado de una vista ingeniosa de la actualidad. Disco recomendado totalmente.
Nota: 7/10
este blog es genial
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