Bueno, debo decirles que les debo una disculpa. No es parte de mi hacer esto, pero quiero que, al menos, los que leen este foro sepan un poco de mi situación. La realidad es que yo buscaba hacer varias reseñas últimamente con el objetivo de presentar la lista de lo mejor (En mi opinión) del año pasado, sin ninguna clase de convencionalismos o hype por unos discos que, para mi, no tienen nada de interesantes. Sin embargo, me he visto en una serie de circunstancias que se escapan de mis manos. He dicho en esta especie de "diario" anteriormente que yo sufro de depresión y ataques de ansiedad. Soy una persona vulnerable, si se puede decir. Por eso, últimamente he pasado por una cantidad de problemas personales que me han deprimido bastante y, por lo tanto, mis ganas de escribir o hasta de leer cualquier manga o libros (Soy adicto a leer. Lo hago cuando no escribo o escucho música) han decaído. Ustedes no tienen la culpa de esto, claro está, pero siento que debo decirles acerca de esto para que sepan el por qué de los pocos posts que ya habían sido prometidos. Eso junto con una cantidad de trabajo enorme que tengo ahorita en mi empleo me ha hecho bajar el ritmo considerablemente. No estoy bien, en realidad. Me siento mal, pero no puedo dejar que estas cosas me detengan de lo que disfruto.
En fin, yendo al grano, debo admitir que cuando salió la noticia de que Queens of the Stone Age estaban preparando nuevo material, mis sentidos se dispararon al instante. Este grupo, liderado por Josh Homme, siempre ha sido uno de mis favoritos de la música. Todo el tiempo los tengo en mi PC para reproducirlos siempre. Rated R (2000) y Songs for the Deaf (2002), principalmente. Su último trabajo ...Like Clockwork (2013) me gustó. Más en su tiempo que en la actualidad aunque, sin embargo, sigue siendo muy bueno. Por lo tanto, el hecho de que este grupo preparara una nueva obra era algo que me emocionó demasiado.
El primer single "The Way You Used to Do" me pareció, en mi primera probada, un single fuerte, aunque algo no me cuadraba con el sonido. Luego, me enteré, para un malestar general entre los fanáticos, que este disco estaba siendo producido por Mark Ronson que, sin ver a este señor como alguien pésimo o balurdo en la música, no es la persona en quien piensas para cooperar con esta banda, conocida por su sonido lleno de adrenalina y explosividad. Sin embargo, ignoré estas señales y me decidí a probar su nuevo material y... es bueno.
Villains (2017) es bueno. Simplemente, eso. Es un trabajo en donde el grupo no ha perdido mucho esa mentalidad para crear canciones de Rock inteligentes, con un estilo que los caracteriza muy bien en esos cambios de ritmos que, a la primera, parecen sencillos, pero que resultan tener cierto grado de complejidad. La banda es experta en eso. El que escucha este grupo por primera vez piensa que todo lo que tocan es sencillo, aunque requiere de mucha creatividad y cierto estilo definitorio. El toque de Ronson aparece en esto con ciertas incorporaciones de arreglos que suenan a una Big Band de los años veinte. Canciones como la mencionada en el párrafo anterior, el opening "Feet Don't Fail Me" y la semi-psicodélica "Fortress" brillan en el disco como lo mejor dentro de todo.
Ahora, dije que era bueno, pero no es ni de cerca un álbum grandioso para el grupo del Sr. Homme. El principal problema con este disco es su sonido. Las ideas como tal sí me parecen que funcionan. El camino que el grupo quería tomar me parece una buena elección por parte de ellos. El inconveniente es que el sonido los hace sentirse como un grupo más Pop cuando los verdaderos fanáticos queremos algo sexy y salvaje. Como lo que nos tienen acostumbrado. Sin embargo, aquí las composiciones no tienen ese carisma debido a la falta de calidad en su sonido. Canciones como "Head Like a Haunted House" suena a una versión light de un composición Punk del grupo. Como la hermana perdida y desechada de "First It Giveth". O "The Evil Has Landed", la cual suena a una composición influenciada por los Zeppelin, pero con el sonido más barato y aburrido. No tienen ese gancho que te atrapa y no te suelta. No se sienten como un grupo fuerte de Hard Rock. Aparte de eso, algo que también decepciona en este trabajo es que no cuentan con ninguna colaboración de ninguno de sus anteriores actores. Ni Alex Turner, ni Mark Lanegan (A este se extraña). El grupo decidió hacer las cosas a su manera y sin invasores. Algo decepcionante.
No es el peor álbum que he oído este año, pero sí logra ser uno de los casos más decepcionantes. Este es un grupo del cual esperaba bastante y no brindaron ni un ápice de lo que ellos nos tienen acostumbrados. Nos dieron, quizás, uno de los trabajos más débiles de su carrera. La banda de Josh Homme tiene miembros talentosos como Jon Theodore, uno de los bateristas más increíbles de la última década (En serio, si no han oído de su trabajo con los Mars Volta, deben probar De-Loused in the Comatorium (2003)), que se ha estado desperdiciando desde el álbum anterior. Su actuación en estos álbumes deja mucho que desear comparado a su mejor período con la banda antes mencionada. Espero que Queens of the Stone Age reconsidere a su productor y vuelvan con una obra fuerte y llena de potencia como es lo normal en ellos en vez de un disco que suena más a Pop.
Nota: 5/10
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