Hay veces en donde la mayor inspiración proviene desde la soledad de tu cuarto. No se si en el caso de Melina Duterte, cantante, compositora y multinstrumentista, sea así, pero es lo que denota al escuchar cada una de las canciones provenientes de su segundo disco Everybody Works (2017).
Jay Som es el seudónimo de la ya nombrada interprete que empezó a hacerse de notar entre los críticos el año pasado con el lanzamiento de su debut Turn Into (2016); el cual no he tenido la oportunidad de escuchar, pero que, según lo que he leído, fue un debut bien recibido debido a un estilo que combinaba influencias de Phil Elverum, Yo La Tengo y Carly Rae Jepsen. Ante esas diversas influencias, tuve que darle una oportunidad a este trabajo.
Al escuchar este disco, tuve la sensación de que estaba escuchando a una chica hablando de sus problemas desde la comodidad de su habitación. Sus letras tratan acerca de sus relaciones amorosas, como también la inseguridad que ella posee, tanto con su pareja como con ella misma. Prácticamente, el disco porta un retrato muy sincero de la cantante.
La instrumentación y el estilo del disco van por el camino de las influencias de Yo La Tengo. Tiene ese toque Dream Pop y Shoegaze que plaga este trabajo. Posee una instrumentación delicada en la mayor parte del disco con excepción de la canción "1 Billion Dogs", el cual lleva un ritmo más acelerado, yendo en cierta forma hacia el camino del Garage Rock y Post Punk. Su producción no es tan llamativa, pero complementa bien el ambiente DIY del disco.
Pero, volviendo a las letras, "The Bus Song", "Remain", "One More Time, Please" y "Baybee" son simplemente conversaciones con su pareja. En la primera, trata acerca de una relación que está llegando a su fin y en donde ella lanza pistas a su pareja para que enmiende las cosas, pero no les presta atención y, al final, pareciera que aún así ella se quedará a su lado de una forma u otra. La segunda, es acerca de un punto sin regreso. Es ella diciendo que permanecerá donde está porque ya llegó a un punto donde no hay vuelta atrás. "One More Time, Please", la cual es mi canción favorita del disco, trata de este mismo tema, pero con un sonido de la guitarra más funky que todas las otras canciones del disco, lo que la hace más llamativa desde mi perspectiva. "Baybee" es una conversación donde ella termina cediendo a su pareja con tal que no se acaba su relación.
Todas las canciones tratan acerca de las inseguridades de Duterte. Por ejemplo, está la canción "(BedHead)" en donde habla acerca de la emoción de presentarse en un concierto y lo nervioso que un artista se puede poner. De la misma que, según la canción, ella dejó el concierto una vez que había comenzado para luego darse cuenta de que había cometido un error y, por lo tanto, volvió para acabar su actuación.
Mientras las canciones son dulces y te inspiran ternura por los problemas internos que ella posee, siento que al disco le hace falta un agarre más fuerte que ese. No se si será desde mi punto de vista pero, al haber escuchado tantos discos, veo a este como un disco agradable, pero, salvo la canción que ya noté arriba como mi favorita, lo demás simplemente me parece sólido sin ninguna otra cosa que me motive a escucharlo de nuevo. Y eso que el disco apenas sobrepasa los treinta minutos. Quizás sea por la temática del disco, la cual, no soy muy fanático o quizás sea que el disco no es mi estilo, pero no me veo tarareando las canciones ni nada de eso. Vuelvo y repito, es mi opinión y puedo ver que a la gente le puede gustar bastante porque es muy agradable. Probablemente, a ti, el que está leyendo esto, puede agradarte mil veces más que a mi. Pero, a mi... ahí.
En conclusión, Jay Som presentó un trabajo tierno y sólido. Puedo ver el por qué ha encantado a tantas publicaciones, pero, en lo personal, no es un disco del que ponga en Play a cada rato. Aún así, un muy buen disco, de fácil escucha, y que apenas sobrepasa los treinta minutos. Recomendado.
Nota: 6/10
Jay Som es el seudónimo de la ya nombrada interprete que empezó a hacerse de notar entre los críticos el año pasado con el lanzamiento de su debut Turn Into (2016); el cual no he tenido la oportunidad de escuchar, pero que, según lo que he leído, fue un debut bien recibido debido a un estilo que combinaba influencias de Phil Elverum, Yo La Tengo y Carly Rae Jepsen. Ante esas diversas influencias, tuve que darle una oportunidad a este trabajo.
Al escuchar este disco, tuve la sensación de que estaba escuchando a una chica hablando de sus problemas desde la comodidad de su habitación. Sus letras tratan acerca de sus relaciones amorosas, como también la inseguridad que ella posee, tanto con su pareja como con ella misma. Prácticamente, el disco porta un retrato muy sincero de la cantante.
La instrumentación y el estilo del disco van por el camino de las influencias de Yo La Tengo. Tiene ese toque Dream Pop y Shoegaze que plaga este trabajo. Posee una instrumentación delicada en la mayor parte del disco con excepción de la canción "1 Billion Dogs", el cual lleva un ritmo más acelerado, yendo en cierta forma hacia el camino del Garage Rock y Post Punk. Su producción no es tan llamativa, pero complementa bien el ambiente DIY del disco.
Pero, volviendo a las letras, "The Bus Song", "Remain", "One More Time, Please" y "Baybee" son simplemente conversaciones con su pareja. En la primera, trata acerca de una relación que está llegando a su fin y en donde ella lanza pistas a su pareja para que enmiende las cosas, pero no les presta atención y, al final, pareciera que aún así ella se quedará a su lado de una forma u otra. La segunda, es acerca de un punto sin regreso. Es ella diciendo que permanecerá donde está porque ya llegó a un punto donde no hay vuelta atrás. "One More Time, Please", la cual es mi canción favorita del disco, trata de este mismo tema, pero con un sonido de la guitarra más funky que todas las otras canciones del disco, lo que la hace más llamativa desde mi perspectiva. "Baybee" es una conversación donde ella termina cediendo a su pareja con tal que no se acaba su relación.
Todas las canciones tratan acerca de las inseguridades de Duterte. Por ejemplo, está la canción "(BedHead)" en donde habla acerca de la emoción de presentarse en un concierto y lo nervioso que un artista se puede poner. De la misma que, según la canción, ella dejó el concierto una vez que había comenzado para luego darse cuenta de que había cometido un error y, por lo tanto, volvió para acabar su actuación.
Mientras las canciones son dulces y te inspiran ternura por los problemas internos que ella posee, siento que al disco le hace falta un agarre más fuerte que ese. No se si será desde mi punto de vista pero, al haber escuchado tantos discos, veo a este como un disco agradable, pero, salvo la canción que ya noté arriba como mi favorita, lo demás simplemente me parece sólido sin ninguna otra cosa que me motive a escucharlo de nuevo. Y eso que el disco apenas sobrepasa los treinta minutos. Quizás sea por la temática del disco, la cual, no soy muy fanático o quizás sea que el disco no es mi estilo, pero no me veo tarareando las canciones ni nada de eso. Vuelvo y repito, es mi opinión y puedo ver que a la gente le puede gustar bastante porque es muy agradable. Probablemente, a ti, el que está leyendo esto, puede agradarte mil veces más que a mi. Pero, a mi... ahí.
En conclusión, Jay Som presentó un trabajo tierno y sólido. Puedo ver el por qué ha encantado a tantas publicaciones, pero, en lo personal, no es un disco del que ponga en Play a cada rato. Aún así, un muy buen disco, de fácil escucha, y que apenas sobrepasa los treinta minutos. Recomendado.
Nota: 6/10
Comentarios
Publicar un comentario