En este blog, he hablado anteriormente de distintos artistas que no son tan conocidos como otros. En esta entrada, vengo a hablarles de Billy Woods.
Billy Woods es un rapero que ya lleva más de una década en el negocio. Es muy probable de que no lo conozcas, ya que su fama ha sido en la escena underground de Estados Unidos. Es el fundador de la disquera Backwoodz Studioz y ha estado en distintos ensambles como, por ejemplo, Armand Hammer y Super Chron Flight Brothers; ambos grupos desconocidos también.
Woods es un talento esotérico. Su estilo es oscuro, abstracto y experimental; es uno de esos emcees que te trae mas preguntas que respuestas. No sólo su música es rara, sus letras lo son más. Mientras la mayoría de los raperos de la actualidad que aparecen en los medios de comunicación hacen canciones fáciles para que la gente las tararee, Woods busca hacer lo contrario. Hace una poesía que deja, prácticamente, a todos preguntándose acerca de qué demonios está hablando. Justamente, cuando empiezas a captarlo, te cambia todo con sus múltiples juegos de palabras. El tipo tiene una mente para las rimas únicas y un cerebro que tiene información sin fin con respecto a personajes históricos que es muy probable que el 85 % de la gente ni conozca.
Mientras no he podido escuchar todos sus trabajos, escuché el último que había lanzado titutlado Today, I Wrote Nothing (2015), en donde lo logré conocer en todo su sombrío esplendor. Ese disco no era perfecto; era un disco que tocaba un tema que la mayoría de los raperos ni se atreven a hablar: El bloqueo mental. Eran pistas de uno a dos minutos y treinta y pico segundos que cuando agarrabas el hilo, terminaba abruptamente. Aunque comprendo el por qué hacía eso, el disco, a mi parecer, quedó con una cantidad de ideas que, al final, no tomaron formas. No es un disco malo, pero no encaja ninguna idea porque todo está disperso. Podías alcanzar a imaginarte como catorce escenas de un crimen en donde ninguna tiene un fin o algún futuro. Es como si te contara la historia y él supiera más de todo que tú. Te deja con las ganas de saber, pero no te lo dice. Sólo lo asoma.
Ahora, Woods volvió con su sexto disco Known Unknowns (2017); un disco que, desde que comienza, ya se siente mejor que su trabajo anterior. La colaboración de Blockhead (Un productor del underground) lo complementa muy bien. Ya ellos habían trabajado juntos en un disco anterior, por lo cual, se podría decir que ya desarrollaron una química única. Es una especie de batalla entre unos beats con unos tempos muy raros contra la lírica e inventiva de Woods. Es algo de admirar.
En lo que se refiere a las letras, siguen siendo igual de densas que en su anterior disco. Tiene muchos temas que apenas se pueden apreciar como el consumo de drogas, la política y el racismo por decir algunos. Hay momentos en donde él inclusive lanza alguna línea con un sentido del humor oscuro. Eso si tiene. Tienes que prestarle mucha atención a sus letras para saber que hay un humor extraño en ellas. Hay una parte en "Bush League" donde dice: "¿Es la primera vez que estás en los campos de la muerte? / No tratamos de reinventar la rueda"... O sea, es un humor demasiado sarcástico pero al mismo tiempo directo. Es una locura.
Hay una canción que se llama "Police Came to My Show" en donde te dice que logró hacer un concierto en donde la policia fue. Y pagaron por las entradas y todo. ¿Por qué fueron?; La canción no te lo dice. Pero es hilarante el imaginarse el surrealismo detrás de todo. Con temas como ese, "Source Awards" y "Groundhog's Day", el disco se aligera un poco en lo que se refiere a los personajes fuertes. Es un disco en donde Billy Woods muestra a este personaje sabelotodo, con mucha experiencia en las calles, drogadicto y, quizás, hasta asesino, pero de una forma en que, cuando logras comprender algo de las rimas que hace, te hace querer repetirlo y escuchar la historia de nuevo.
No es un disco perfecto. Hay pistas débiles y colaboraciones que, en vez de alzar el disco, lo bajan bastante. Para ser sincero; el disco lo escuché por Billy Woods, las colaboraciones se sienten innecesarias o pobres al lado del genio que rapea con ellos. Es difícil que alguien colabore con Billy Woods y se note. Canciones como "Fall Back" y "Unstuck" son aburridas en comparación al resto. "Strawman" es un tema que se siente fuera de lugar en el disco. Tiene un ritmo muy accesible para ser de Woods con unas voces de Barrie McLain muy genéricas y una colaboración de Googie bastante inútil.
En conclusión, me pasé un poco escribiendo. Lo siento, pero, más bien, estoy cortando la entrada. Este disco da para hablar un libro completo. Pareciera un código inventado por el rapero de tantas letras crípticas. Billy Woods lanzó un disco que, mientras no espero que todos lo escuchen, les pido que le den un chance en su tiempo libre. Se sienten un rato, lean las letras al ritmo de la música y traten de digerirlo todo. Es un disco en donde el esfuerzo vale la pena. Su maestría con las rimas es de otro mundo y debo admitir que me llevé una muy buena sorpresa. Fácilmente, uno de mis discos favoritos de Hip-Hop del año.
Nota: 7/10
En lo que se refiere a las letras, siguen siendo igual de densas que en su anterior disco. Tiene muchos temas que apenas se pueden apreciar como el consumo de drogas, la política y el racismo por decir algunos. Hay momentos en donde él inclusive lanza alguna línea con un sentido del humor oscuro. Eso si tiene. Tienes que prestarle mucha atención a sus letras para saber que hay un humor extraño en ellas. Hay una parte en "Bush League" donde dice: "¿Es la primera vez que estás en los campos de la muerte? / No tratamos de reinventar la rueda"... O sea, es un humor demasiado sarcástico pero al mismo tiempo directo. Es una locura.
Hay una canción que se llama "Police Came to My Show" en donde te dice que logró hacer un concierto en donde la policia fue. Y pagaron por las entradas y todo. ¿Por qué fueron?; La canción no te lo dice. Pero es hilarante el imaginarse el surrealismo detrás de todo. Con temas como ese, "Source Awards" y "Groundhog's Day", el disco se aligera un poco en lo que se refiere a los personajes fuertes. Es un disco en donde Billy Woods muestra a este personaje sabelotodo, con mucha experiencia en las calles, drogadicto y, quizás, hasta asesino, pero de una forma en que, cuando logras comprender algo de las rimas que hace, te hace querer repetirlo y escuchar la historia de nuevo.
No es un disco perfecto. Hay pistas débiles y colaboraciones que, en vez de alzar el disco, lo bajan bastante. Para ser sincero; el disco lo escuché por Billy Woods, las colaboraciones se sienten innecesarias o pobres al lado del genio que rapea con ellos. Es difícil que alguien colabore con Billy Woods y se note. Canciones como "Fall Back" y "Unstuck" son aburridas en comparación al resto. "Strawman" es un tema que se siente fuera de lugar en el disco. Tiene un ritmo muy accesible para ser de Woods con unas voces de Barrie McLain muy genéricas y una colaboración de Googie bastante inútil.
En conclusión, me pasé un poco escribiendo. Lo siento, pero, más bien, estoy cortando la entrada. Este disco da para hablar un libro completo. Pareciera un código inventado por el rapero de tantas letras crípticas. Billy Woods lanzó un disco que, mientras no espero que todos lo escuchen, les pido que le den un chance en su tiempo libre. Se sienten un rato, lean las letras al ritmo de la música y traten de digerirlo todo. Es un disco en donde el esfuerzo vale la pena. Su maestría con las rimas es de otro mundo y debo admitir que me llevé una muy buena sorpresa. Fácilmente, uno de mis discos favoritos de Hip-Hop del año.
Nota: 7/10
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