Cuando el año 2008 estaba a punto de terminar, me di cuenta en la página Rate Your Music que sus listas anuales, las cuales la página mayormente comienza a realizar antes del estreno del nuevo, ya tenían en el número uno de su puesto a un álbum que, oficialmente, no se iba a lanzar hasta el 06 de Enero. Las opiniones y comentarios de los suscriptores de la página en relación a ese disco lo tildaban de maravilloso. Obviamente, tuve que buscarlo para escucharlo. La sorpresa que me llevé con ese trabajo la sigo conservando hasta el día de hoy.
Merriweather Post Pavilion (2009) fue el primer trabajo que escuché de este grupo, cuando realmente ni sabía cuántos miembros eran. Mi recorrido por la discografía de esta banda, originalmente, empezó con éste antes de descubrir Sung Tongs (2004). Para mí, que en aquel entonces no estaba acostumbrado a lo Experimental o Psicodélico, fue una enorme impresión al escuchar el track "My Girls", con un sonido que iba creciendo hasta volverse una especie de Dance narcótico y esquizofrénico. Era algo tan fuera de este mundo pero, al mismo tiempo, que me lograba atraer una y otra vez. Su originalidad era algo que admiraba. La manera en cómo podían hacer una canción accesible cuando, por la superficie, era una marea de sonidos tan únicos. Por lo menos, para mí lo eran en ese entonces.
Ocho años después, este trabajo sigue siendo uno de los que me ha gustado más de la banda, aunque ahora, y sé que con cierta opinión controvertida, considero su anterior obra como la mejor. El impacto que obtuvo este disco desde su estreno fue algo muy distinto a lo que acostumbraba a ver; y más fue mi impresión cuando supe que habían destronado a los Arctic Monkeys y a Franz Ferdinand de las listas; dos grupos que tenían canciones tan pegajosas y mucho más fáciles de digerir que éstas.
¿Qué hace a este disco tan bueno? Simplemente, diría yo, que la sutileza de los elementos que lo integraban. Detalles que, mientras no son notorios desde el ojo del oyente, a menos que sea una super enciclopedia de música, captan tu atención al instante. La inclusión del productor Ben H. Allen, quien había trabajado con Gnarls Barkley y otros proyectos relativos al Hip-Hop, fue una pieza clave en el cambio de sonido del grupo quienes, de ser una banda enormemente Experimental, pasaron a ser un trío (Deakin dejó un tiempo) que se enfocaban más en crear melodías que sonidos; melodías que eran infecciosas más que perturbadoras. No digo que éste trabajo va a ser tan fácil de digerir como una canción de cuna, sino que, si escuchan el catálogo del grupo, pueden notar que sus composiciones más "humanas", por decirlo de alguna forma, están aquí.
La influencia de la música Africana y Latina es clave también en el trabajo. Esa incorporación, por ejemplo, en el cierre "Brother Sport", el cual es el mejor cierre que la banda ha tenido hasta los momentos en mi opinión, le da al álbum ese toque de alegría al final de todo. Aunque, debo decir que éste disco es un despliegue de emociones más positivas en comparación a sus primeros trabajos donde la nostalgia y la melancolía pululaban en su estilo. La propia "My Girls", con su temática tan pseudo-conformista y ritmos bailables, es en sí un festival de la alegría y una protesta social. Por lo menos, para mí lo fue.
Aquí encontrarán alguna de las mejores composiciones del grupo, el cual entre sus ritmos tropicales y su influencia a lo Beach Boys, nos deja un seguidilla de momentos memorables en ello. En mi caso, siento que éste es su álbum más Pop y, mientras no es nada malo, ya que realmente ésto los llevó a la fama, a mí me resulta más atractivo el anterior. Siento que el proceso a llegar a este trabajo fue mejor que cuando ya se estaba en él. Mi separación de rangos entre los dos no es mucha; los dos son unos discos que me han llegado a nivel personal. Les queda a ustedes tomar su decisión con esta banda, la cual, con estas últimas grabaciones, ya se habían vuelto uno de los grupos más influenciales del Pop en la última década.
Nota: 7/10
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