Animal Collective me ha siempre sido un grupo que me ha causado cierto toque de repulsión. Ellos son de esos grupos que en todas las páginas y blogs de internet relativos a música enardecen pero que a mí no me apetece casi nunca escuchar sus discos. He escuchado un par de canciones y uno que otro álbum en el pasado, pero la realidad es que ninguno ha entrado en contacto conmigo; no he podido sentir nada que me atraiga a ellos como a un fanático. Esto es algo que puse a prueba recientemente al, por decirlo de algún modo, "desempolvar" mis viejos intereses y dejarme llevar por ellos. Con esto quiero decir que comencé escuchar la mayoría del trabajo de la banda con más calma, más relax y más experiencia musical que la que tenía en mi era de la adolescencia.
Éste es el primer disco que me digné a oír de este grupo que, en su tiempo de lanzamiento, eran un dúo conformado por Avey Tare y Panda Bear, dos amigos que se conocen desde niños (Aunque, en realidad, todos los miembros se conocen desde temprana edad) luego de que Avey se mudara con su familia desde Baltimore a Nueva York. Estos dos muchachos comenzaron a grabar una cantidad de material y efectos de sonido desde finales de los años noventas que llegaron a integrar éste; su primer trabajo en conjunto y el primero que también lo relacionan a la discografía de Animal Collective.
A ver, si eres de esas personas que les gusta la música más mainstream o Pop, como quieran llamarlo, éste no es su trabajo. Lo que tenemos aquí es una cantidad grabaciones que, aunque hermosas y nostálgicas por momentos debido a que está inspirado en la niñez y el paso hacia la madurez de los dos músicos, son bastante caóticas y hasta a veces inconexas. Para el que no está acostumbrado a escuchar música más experimental le shockeará un poco por el exceso de riesgos que el dúo toma. Hay puntos donde te cuesta creer que el álbum tiene instrumentos porque suena todo tan electrónico de vez en cuando que pareciera que todo fuera hecho por maquinas. No es industrial, pero no suena orgánico o natural en varios momentos.
Hay canciones bastante crípticas o, por lo menos, bastante raras, como la canción "April and the Phantom", el cual aprovecho para destacar, una canción con gritos sorpresivos por parte de Avey y una historia bizarra de una familia, una chica y un fantasma. En serio, tienen que verlo para creerlo. Se escuchaba calidad y ambición, sólo que en este disco no supieron plasmarlo de las formas correctas; formas que, a futuro, el grupo haría magistralmente. Éste es un trabajo que a más de uno le gusta o encantará por si lees esto y no lo conocías. Aún así, a mi me pareció un poco desorbitante por todo el desorden sonoro que expresa. Hay canciones que son raras por el hecho de serlos al punto en donde el grupo casi deja de hacer música. Este es un trabajo recomendable si eres fanático de la banda o te gusta lo experimental o ambiental, de resto, si tus gustos son para algo más melódico o bailable, te recomiendo que te alejes de este disco.
Nota: 6/10
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