El trabajo anterior de Oberst, mientras no fue el gran álbum de su carrera ni nada por el estilo, logró deleitarme bastante con esa naturaleza tan intima que caracterizó ese lanzamiento. Ruminations (2016) fue un trabajo de autodescubrimiento en donde el músico, a través de sus canciones, buscaba la razón de sus problemas internos. Ese análisis, no sé por qué, pero me tuvo atento en cada momento del álbum. Inclusive cuando ese estilo medio folklórico no es lo mío. Oberst estuvo en modo Dylan durante estas grabaciones ya que parecieran unos tracks inspirados totalmente por él.
En este año, Oberst, motivado por sus amigos y colegas, decidió regrabar diez de las canciones de su trabajo anterior, convirtiéndolos en tracks en base a instrumentos eléctricos, y añadiéndole otras siete composiciones para crear este disco, el cual lleva por nombre Salutations (2017). A ver, si de los dos, Oberst nos quiere decir que éste es el trabajo completo y el otro era un boceto de la idea; debo decir que me siento un poco estafado.
En Ruminations había magia; había ese algo especial que hace que el oyente se ponga a escuchar cada canción, a interpretar su significado, a, quizás, sentirse identificado con todo lo que él estaba pasando. Era un hombre alejándose del mundo, intentando contactarse con ese yo que no había alcanzado desde hacía tiempo. Esa es la esencia de ese trabajo, a mi parecer. Pero con Salutations esa magia desaparece. No te deja nada de ella. Más que complementar, sirve como una carga. Lo eléctrico mata lo íntimo de ese trabajo anterior, que fue la razón que me atrajo a él para comenzar. Las versiones que aparecen en este disco suenan a canciones genéricas Folk, sin nada que aportar ni nada interesante que escuchar. Inclusive el nuevo material en el disco me resulta letárgico. De nuevo, ¿por qué arreglar algo que no estaba roto?. No lo comprendo. Me gustaría decir más detalles del disco en este artículo para que no parezca algo flojo, pero es que, en serio, no hay mucho que decir salvo que, aunque el trabajo, por sí solo, no es malo, al tener en cuenta el anterior, simplemente suena como más de lo mismo pero con algún toque que, más que mostrar una obra completa, la hace ver como algo bastante aburrido. Todo es lo mismo, pero peor.
Nota: 4/10
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