El caso de los álbumes de Jazz es raro e irónico: seamos sinceros, el Jazz no está a la moda. Hace dos años, nos encontramos con un coloso del género que llamó la atención de más de uno en la forma de The Epic de Kamasi Washington, el cual hizo hablar a la gente pensando que podía traer una resurrección de ese grandioso género... Y lo ha hecho, pero no con el auge de décadas anteriores. Ya no es un género que sea tan atrayente de masas como fue hace tiempo (Específicamente, las décadas entre los 20s y 70s) pero, por alguna extraña razón, cada año se lanzan discos y discos influenciados por esta corriente... Y para colmo, siempre se habla de ellos entre lo mejor del año. O sea, a la gente le encanta la influencia del Jazz, más en ningún momento se sienta un rato a escuchar un disco con atención, catalogándolo de música aburrida.
Cosas como las que se explican en el párrafo anterior me deprimen un poco porque el Jazz es un género de cultura, no es ningún reggaeton o vallenato, es un género que presenta a talentosos músicos dejándose llevar por su inspiración y otorgándonos unos ritmos tan complejos, pero a la vez tan cautivantes que te dejan sin aliento. Yo no soy un fanático del Jazz empedernido, ni soy mucho menos una enciclopedia del género, pero se distinguir lo bueno, de lo malo, y muchas de las cosas que he escuchado de esta corriente están entre mis discos favoritos.
Bueno, sin más preámbulos y pasando al tema de la entrada, voy a hablar de este álbum que escuché esta mañana y que me gustó bastante; es el nuevo trabajo del conjunto sueco Angles 9, Disappeared Behind the Sun, continuación de su anterior obra Injuries (2014), grabación la cual no he escuchado, pero que después de escuchar este trabajo, tengo que buscarla si porque si.
Bien, Disappeared Behind the Sun no es para todo público, para comenzar, es un álbum de Jazz Libre, muy improvisado, muy disonante, pero que, al que está acostumbrado al estilo, no le incomodará para nada. Es un álbum muy bueno a nivel instrumental, cada músico toca muy bien sus partes colisionando todo en este caos auditivo (En el buen sentido de la palabra "caos") de manera, hasta cierto punto, hermosa, debido a que se siente la compenetración de cada uno, como si uno mismo estuviera en el estudio con ellos, viendolos en su momento de creación.
Son cinco composiciones en un álbum con un límite de duración menor a los 50 minutos y que en ningún momento se notan, lo cual es bueno, pero si te interesa escuchar el álbum completo, no te recomiendo el inicio (Si, raro, lo se), escucha mejor la que, para mi, es la mejor del disco, el tema que le da título al trabajo, es un épico experimental de más de 11 minutos donde puedes captar la idea y el estilo de la obra, con los músicos dando toda su capacidad creativa. Si no te gusta eso, creo que no te gustará lo demás. No suelo recomendar composiciones en álbumes de Jazz porque me gusta escucharlo como un todo, a diferencia de la mayoría de los discos que escucho, pero si, escucha esa, es... Ah, fantástica.
En conclusión, Angles 9 nos da este trabajo bastante consistente del Jazz Experimental, el cual parece que tiene su pequeño movimiento en Suecia debido a que en la investigación que hice para esta reseña, me encontré con muchas bandas de allá... Más razones para adorar ese país. Anyway, si te gusta lo experimental y libre del Jazz, te recomiendo este álbum. Es muy bueno, muy llamativo para el fanático convencional del género y una referencia al Jazz Européo del 2017.
Nota: 7/10
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