El músico francés Pascal Arbez-Nicolas, mejor conocido en el medio de la música electrónica como Vitalic, ha tenido una carrera que se ha visto eclipsada por sus primeros lanzamientos, como fueron los dos EPs Poney EP (2001) y Fanfares (2004), y su álbum Ok Cowboy (2005), viéndose atascado en el limbo creativo buscando maneras de superar sus tres grandes trabajos y volver a tener un cierto reconocimiento.
Este año, Vitalic lanzó en Enero lo que sería su cuarto álbum hasta la fecha Voyager, un álbum con una de las portadas más cursis de lo que va del año. En serio, dicen que las apariencias engañan, pero esto se ve como un mal trabajo de Photoshop para un disco barato. En presentación, ya falló.
Este disco es, básicamente, un homenaje a la música de sintetizadores que existió entre la década de los 70s y 80s, con ciertos guiños al género Disco. Lo sabes desde la primera pista, la instrumental "El Viaje", el cual es una composición buena, me gustó para empezar el álbum, creo que le da un cierto sentido direccional correcto a la hora de saber qué es lo que vas a escuchar y sirve bien de puente a la segunda canción.
La segunda pista "Waiting for the Stars" es una canción que si eres fanático de la electrónica como yo, te recordará un poco a los franceses Justice y a Royksopp. Es una canción con un sintetizador fuerte al que se le une la voz de David Shaw, invitado perteneciente al grupo francés Black Strobe. Es una canción que hubiera preferido sinceramente escucharla de forma instrumental. La voz le hace perder brillo, mientras que instrumentalmente te recuerda al estilo de Royksopp. Me gustó.
La tercera canción "Levitation" suena, literalmente, como una canción de discoteca de los 80s. Por lo menos en esta atinó con el estilo, aunque se escucha demasiado Retro, con unas voces robóticas al principio que suenan muy fomes. Tiene un ritmo pegadizo al avanzar, pero no sería algo que recomiendo en este caso.
De la tercera pista medio salvable hasta abajo, el álbum está plagado con puros estereotipos de la música de los 70s y 80s. Muy ridícula para ser cierta. La canción "Hans Is Driving" tiene un nombre muy bobo y "Lightspeed" suena como una versión ultra barata de "Funkytown". "Sweet Cigarette" es demasiado cursi. Suena a... No se, sólo digo que es un ritmo de sintetizador de los ochentas pesado con una voz grave que pareciera de repente a un alemán tratando de hablar inglés, con una letra que te provoca meterte un lápiz por el oído.
En conclusión, Vitalic lanza esta "parodia" de la música retro. En serio, no es tan mala si te gusta la música de los ochentas, pero te recomiendo esto: Si quieres bailarla o disfrutas este álbum, por favor hazlo con las puertas y ventanas cerradas. Y preferiblemente con audífonos. En serio, te estoy salvando de que tus amigos te vean hacer el ridículo. Me lo agradecerás luego.
P.S. de la reseña: "Don't Leave Me Now", la última canción, no está tan mal.
Nota: 5/10
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