Simon Green es un DJ inglés que la mayoría de los oyentes de la electrónica debe conocer bajo su seudónimo Bonobo. Seudónimo mediante el cual ha lanzado todos sus trabajos hasta la fecha, con Migration, su nuevo álbum, siendo el sexto de su trayectoria.
Para empezar, Bonobo no es uno de mis músicos predilectos del género, he escuchado uno que otro trabajo de él anteriormente y, francamente, no encuentro algo del "hype" que muchas personas claman tener por él. Es decir, no es que sea malo, lo veo como un DJ decente en el mejor de los casos, pero nada que lograra conectar con él y que me hiciera adicto a su trabajo.
En este álbum, Bonobo da rienda suelta al estilo que siempre ha estado presente en su trabajo: el crear una mezcla entre el Downtempo de finales de los 90s, junto con muchas texturas de música ambiente, con alguno que otro beat acelerado colado en su trabajo. Tiene momentos donde también incluye un poco de música Mundial, como por ejemplo, en la pista "Bambro Koyo Ganda", con una colaboración acertada de la mano de Innov Gnawa; es una pista donde combina su estilo ambiental, Beats marcados del Dance que te acuerdan un poco a Caribou, aplausos que te insertan en una comunidad africana. Muy bueno.
La tonada triste, en una especie de híbrido entre el R&B y el ambiente, viene de parte de la segunda pista del disco "Break Apart", acompañado por una erótica y dolida voz de Milosh del dúo Rhye, recordándome un poco a Sade, no se por qué Milosh, desde que lo escuché la primera vez, me recuerda a ella. Tiene un tono de voz muy femenino que te puede hacer derramar una lágrima cuando es necesario. Algunos dirán que la inclusión vocal en una pista de Bonobo aligera su trabajo y le hace perder un poco la esencia, pero en canciones como ésta y la anterior, las creo muy convenientes.
La pista más agresiva, por decirlo de alguna forma, del disco viene con "Outlier", una composición instrumental con unos beats bastante marcados y repetitivos, unos sintetizadores con un ritmo irregular, tratando de compaginarlo todo, y creciendo poco a poco a medida que el instrumental avanza, terminando la pista con una música ambiental, volviendo al estilo normal del álbum, restaurando el orden como es debido.
El disco consta de momentos que creo que disminuyeron un poco la magia del disco. Principalmente, creo que las pistas "Surface" y "No Reason" son demasiado poperas en el disco. Es decir, no tengo nada contra el Pop cuando se hace bien, pero en un estilo ambiental como el del álbum en cuestión, siento que no encajan con la propuesta, siento que están ahí sin ninguna relación con las pistas anteriores.
Las otras pistas del álbum "Grains", "Second Sun", "Kerala" y "Onitario" son bastante buenas, conservando el sello distintivo de Bonobo de sus álbumes anteriores, es decir, su toque ambiental que hace que te imagines, o una cascada, o una selva hermosa, o algo relativo al ambiente, porque eso es lo que tiene la música de Bonobo: te transporta a sitios recónditos donde, más que escuchar un álbum electrónico que, hasta a veces, logra ser bailable, sientes que vas a un viaje por diferentes culturas, lo cual le da una recepción intermedia para muchos, ya que están los que lo consideran música espiritual e interesante, mientras otros lo consideran, simplemente, música aburrida.
En conclusión, Bonobo lanzó un sexto trabajo que logra ser consistente con sus trabajos anteriores, no es malo ni de asomo, pero es un álbum "seguro", no hay muchos riesgos tomados por el DJ, sólo hizo un álbum del género que ya está acostumbrado, sin tomar muchos riesgos. A excepción de las canciones "Break Apart", "Outlier" y "Bambro Koyo Ganda", las demás se sienten parecidas a las de discos anteriores, lo que hace que se pierda un poco la originalidad por parte del músico.
Nota: 6/10
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