Hasta este punto, Bright Eyes había sacado su trabajo más ambicioso hasta la fecha. Lifted or The Story Is in the Soil, Keep Your Ear to the Ground (2002) es una amalgama de distintos estilos que sirven de buena continuación a su álbum anterior, el cual, mientras tuvo momentos brillantes, habían ciertos detalles que con el paso del tiempo, han hecho ver esa obra un poco desfasada o cliché. Si quieres saber cuáles, te invito a leer el Post anterior.
En este álbum, Oberst y compañía mostraron su lado más inventivo al pasar por campos que eran muy alejados al de ellos. Puedes escuchar a Johnny Cash en ciertas partes, como también a Jeff Mangum y a mucha influencia gótica. Y es este detalle el que me llamó más la atención. Aunque el álbum no se podría definir como algo gótico, hay algo que le da esa vibra; sean las letras, en las cuales Oberst destacó increíblemente, o en la música que, con momentos más ligeros y alegres que los del disco anterior, todavía seguía sintiéndose algo siniestro o misterioso en el. Es un álbum que posee una instrumentación tan vasta que le da un sabor distinto a cada track; desde canciones como "Lover, I Don't Have to Love", la canción con la melodía más acechante a base de un piano muy tétrico y unos crescendos a base de unos arreglos de cuerda que, aunque se siente un poco alejada del tono de la obra, la considero mi canción favorita, hasta "Don't Know When But a Day Is Gonna Come", donde Oberts muestra su enorme influencia proveniente de Johnny Cash, es un álbum que se ve más completo que el anterior, en donde, al compararlo con éste, se siente como si fuera un boceto a lo que venía.
Desgraciadamente, los momentos que aparecen en el disco en donde Oberts está sólo con su guitarra son aburridos musicalmente. Este es un trabajo que se aferra tanto a las increíbles letras, destacando por pintar imágenes muy vívidas y su forma de construir las historias, que se olvidan en puntos de la música y de los defectos vocales del cantante, haciendo sentir esos momentos interminables e insoportables.
En conclusión, este trabajo de Bright Eyes, al igual como tiene buenos momentos que superan al anterior, también posee partes que se hacen sentir largas. Musicalmente, es un trabajo ambicioso. Cuando está la música y no sólo Oberts con su guitarra. La producción es de baja fidelidad, pero se ajusta bien al estilo del disco. Recomiendo este álbum. Es bueno aún con sus defectos. Si te gustó el anterior, te gustará éste. Excepto si tienes fuertes problemas depresivos; aquí hay letras muy tristes a veces. A ti si no te lo recomiendo.
Nota: 7/10
Comentarios
Publicar un comentario