Este álbum de Ryan Adams lo hizo conocido por dos razones: 1. Por la rapidez en sacar discos, ya que éste álbum, que iba a ser doble, fue estrenado un año después de su trabajo debut. 2. Por tener una cantidad de canciones, específicamente "New York, New York", que se volvieron himnos en la música. El hecho de que fuera lanzado en el mes de Septiembre del 2001, con canciones como la antes mencionada, hizo que éste tuviera mucha repercusión en MTV debido a que su música tenía ese sentimiento patriótico que faltaba en ese entonces, los cuales eran tiempos en donde la unión era la principal cosa en mente. Nada más imagínense; el disco es el más vendido de su carrera.
Obviamente, no con esto desprestigio el álbum. Es un buen álbum con muchas canciones que se volvieron obligatorias en el repertorio del músico y con colaboraciones resaltantes como la de Adam Duritz (Counting Crows) en coros de varios tracks y el saxofonista Kamasi Washington, que iba a tener éxito propio poco más de una década más tarde. Lo que si encuentro en el disco que me desagrada al relacionarlo con el trabajo anterior es, aparte de su duración, el cual se extiende más de una hora, es que Adams decidió volverse más Pop, con canciones que se alejaron un poco de ese estilo que le dió su primera fama. Claro, este LP se vendió mucho más, pero en términos de calidad, el otro era mucho mejor. Tanto en la producción como en las composiciones, éste álbum decáe en ese sentimiento que te generaba el otro, el cual se sentía desnudo mientras éste más una herramienta de comercio o de solidaridad en tiempos de crisis.
La mayoría de los tracks no suenan parecidos a su lanzamiento anterior. Quizás, y por voz del propio cantautor, él quizo que ésta fuera una obra mucho más grande. Pero esa misma ambición no encaja muy bien con su estilo, el cual me parece que, manteniendo las cosas simples, se siente más sincero. Aquí en muchas ocasiones se oye como The Beatles, sobre todo en el track "Nobody Girl" de alrededor de nueve minutos; la canción suena como una rendición a "Hey Jude" y que está en una posición donde no cuadra con las otras composiciones. "New York, New York" es su carta de amor a esa ciudad, con cierto toque a un Rock setentero. "When the Stars Go Blue", la cual tiene un poesía sencilla, pero hermosa, ha sido la canción que más le han hecho cover en este trabajo. Bono, The Corrs y Tim McGraw pueden contar entre ellos. Esas canciones son adictivas; cosa que las otras no lo son tanto, son buenas, pero no son nada del otro mundo.
Creo que éste LP, para lo bueno que es, ha sido demasiado sobrevalorado por las circunstancias del tiempo cuando salió. Era entendible después de esa enorme tragedia que la gente necesitaba de una voz que los consolara y les trajera la confianza que se estaba disipando. Ryan Adams fue esa voz que les devolvió la alegría. Ese motivo es el principal del por qué este trabajo está en tantas publicaciones como uno de los grandes de la historia, pero, quitándole eso, el LP no tiene nada tan grandioso, salvo un grupo de canciones. Aún así, disco recomendable.
Nota: 6/10
La mayoría de los tracks no suenan parecidos a su lanzamiento anterior. Quizás, y por voz del propio cantautor, él quizo que ésta fuera una obra mucho más grande. Pero esa misma ambición no encaja muy bien con su estilo, el cual me parece que, manteniendo las cosas simples, se siente más sincero. Aquí en muchas ocasiones se oye como The Beatles, sobre todo en el track "Nobody Girl" de alrededor de nueve minutos; la canción suena como una rendición a "Hey Jude" y que está en una posición donde no cuadra con las otras composiciones. "New York, New York" es su carta de amor a esa ciudad, con cierto toque a un Rock setentero. "When the Stars Go Blue", la cual tiene un poesía sencilla, pero hermosa, ha sido la canción que más le han hecho cover en este trabajo. Bono, The Corrs y Tim McGraw pueden contar entre ellos. Esas canciones son adictivas; cosa que las otras no lo son tanto, son buenas, pero no son nada del otro mundo.
Creo que éste LP, para lo bueno que es, ha sido demasiado sobrevalorado por las circunstancias del tiempo cuando salió. Era entendible después de esa enorme tragedia que la gente necesitaba de una voz que los consolara y les trajera la confianza que se estaba disipando. Ryan Adams fue esa voz que les devolvió la alegría. Ese motivo es el principal del por qué este trabajo está en tantas publicaciones como uno de los grandes de la historia, pero, quitándole eso, el LP no tiene nada tan grandioso, salvo un grupo de canciones. Aún así, disco recomendable.
Nota: 6/10
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