Lo que Run the Jewels logró al lanzar su álbum sofomoro como dúo es impresionante. El simple hecho que lo lanzaron un año después de su debut ya es algo asombroso. Pero, ¿superarlo? Ya eso es increíble. Porque eso es lo que hicieron; el dúo logró mejorar las fallas que aparecían en su primer trabajo e hicieron un LP lleno de momentos en donde a uno se le cae la mandíbula del impacto.
Líricamente, no hay fallas fatales; Killer Mike y El-P ya son dos raperos consolidados de la vieja escuela, así que muy pocos pueden estar al nivel de ellos en lo que se refiere a versos. Lo que diferencia este trabajo del otro en la lírica sería que aquí están más agresivos que en el primer disco, con temas más sociales y hasta alentando a rebeliones en contra del sistema judicial debido al mal trato que estos tiene con las minorías; esto ejemplificado en el mejor track del disco "Close Your Eyes (And Count to Fuck)" con Zack de la Rocha quien, aunque no hace un verso demasiado memorable, brilla en la fusión de su voz sampleada en la instrumentación. Algo que tiene que ser escuchado para ser creído.
La producción es otro apartado en donde se mejoró bastante. De por sí, el primer LP estaba bien hecho, aquí todo está más detallado y con un sonido impactante. Las colaboraciones, que parecían al azar a primera vista, funcionan de una manera destacable. Zack de la Rocha es el más memorable de todos, pero también destacando la colaboración con Boots en el track "Early", en donde hace uno de los coros más llamativos en un track de Hip-Hop que he escuchado en mucho tiempo; Travis Barker, el baterista de Blink-182, también es una de mis partes favoritas, dándole al track "All Due Respect" ese aire a Death Grips con su estilo rudo. Ikey Owens, el teclista de los Mars Volta, hace un solo psicodélico en la canción "Angel Duster" que se fusiona de forma perfecta con la ambientación del proyecto.
Si tuviera que señalar alguna falla en el LP sería la canción "Love Again (Akinyele Back)", la cual es un diálogo gráfico sexual que simplemente no cala en el LP. No me gusta la integración de Gangsta Boo, la cual me recuerda mucho a la aparición en el primer disco de Prince Paul como Chest Rockwell, que tampoco me gustó. Siento que ellos son violentos y que estos tracks no les va. Otro detalle que tiene el disco es que utiliza el mismo patrón que el primero; si se ponen a compararlos, están diseñados exactamente igual. Duración similar, un track con contenido sexual, el final dando un mensaje positivo... Todo está ahí. Claro, este disco superó al primero en muchos aspectos, pero el patrón es igual.
En conclusión, el disco continuación del dúo es mucho mejor que el primero. Viéndolos desde esta perspectiva, el primero parecía un experimento y ésta la verdadera obra. Desde los beats, a los ganchos, a la producción, todo mejoró. Lo que le quita de calidad es su parecido con el primero y ese track que realmente no le veo sentido en el trabajo. Disco super recomendable.
Nota: 8/10
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