Que si el título del álbum vino, como dice el propio Adams, de un poster de Mariah Carey o no, lo que sí hay que recalcar es que el nombre le va como anillo al dedo. El debut de Ryan Adams como solista, luego de la separación de Whiskeytown, su antigua banda, es una colección de canciones en donde el cantautor nos muestra un lado muy sensible en el que más de uno se podrá identificar.
Ryan Adams es una figura proveniente del movimiento del Country Alternativo que salió entre los noventas y dos mil, con otros siendo las bandas Wilco y Bright Eyes, la última con ciertas tendencias Emo. Desde sus letras hasta sus composiciones son resguardadas hoy como importantes en el desarrollo de este género en su tiempo. Heartbreaker (2000), su primer lanzamiento solista, tiene canciones que pueden hacer dos cosas: 1. Destrozar el alma y el corazón de quien lo escucha, o 2. Ahogar tus penas luego de terminar una relación. Adams recopiló unas canciones que muestran una desnudez y una sinceridad enormes en su manera de expresar, líricamente, cada composición. Aunque, extrañamente, el LP comience con un diálogo acerca de Morrissey que da lugar a la canción "To Be Young (Is to Be Sad, Is to Be High)", con similitudes a un joven Bob Dylan y con un ritmo acelerado a lo Rock and Roll y Blues, en donde la canción suena más a un mensaje positivo que negativo, lo demás son baladas Country tristes con unas progresiones de acordes muy hermosas y en donde Adams toca temas, tanto románticos como de anhelo, sea por alguna persona que lo comprenda o por volver a casa.
La voz de él es otra de las cosas que llama la atención; él tiene una voz rasposa que tiene cierto toque Grunge, cierto toque a Roy Orbison, y cierto toque a John Fogerty, el legendario cantante de Creedence Clearwater Revival. Con ella, él se muestra envalentonado en las canciones más rápidas y frágil en los momentos más calmados. Bastante esencial en el desarrollo de cada una de sus canciones.
Mientras no es un disco perfecto, ya que, en mi opinión, tiene algunos tracks que suenan más bien a rellenos que a canciones como tal, aparte de que para la segunda mitad, pierde ese toque de cuando comenzó, el debut de Adams es bastante sobresaliente. Contiene tracks como la canción antes mencionada, "Come Pick Me Up", "Oh My Sweet Carolina", "AMY", "My Winding Wheel" y "Bartering Lines" que, fácilmente, agarran a cualquier persona. Inclusive a mí, que no soy un fanático de este género me cautivó. Disco recomendable.
Nota: 7/10
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