Siguiendo a la reseña de Stormzy, traigo a otro rapero británico que lanzó álbum debut este año. Loyle Carner es un rapero que, a diferencia de los otros contemporáneos que se la pasan hablando de ser el superior de algún grupo, o de armas, o todas las mujeres con las que se acuestan, habla de tópicos más emotivos como su propia familia o de sus amistades, pero de la forma más sensible posible. Es más, la prensa británica identifica a Carner como "sensible y elocuente", mientras otros lo encasillan como "Hip-Hop confesional".
Desde la portada de este disco Yesterday's Gone (2017), ya denota la temática del rapero. Su familia. El nombre de este disco proviene de unas grabaciones viejas que encontró de su difunto padre que llevaban el mismo nombre. Su voz es muy emotiva para el Rap; no expresa rabia o enojo hacia algo, sino que te deja un sentimiento de nostalgia. Su manera de contar historias es lenta, pero te hace pensar en su pasado y la forma en cómo lo dice te conecta con él como si fuera un amigo tuyo de la infancia.
Aparte de sus tópicos, este trabajo viene complementado con un estilo de Hip-Hop lento, sin pistas agresivas o cargadas de ataques hacia otros raperos, con ciertas dosis de Jazz Rap que le da esa sensación a la vieja escuela del género.
De nombrar canciones que me llamaron la atención me cuesta un poco porque, mientras existen buenos momentos, yo encontré el disco lo suficientemente fluído como para detallar canción por canción. Se siente mejor escucharlo como un todo. Pareciera una especie de obra de teatro donde el protagonista central es Carner y su familia los demás actores de reparto. No veo alguna canción que sobresalga de todo el lote, en realidad.
Eso sí, aún con lo fluído del disco, hay unas canciones como "+44" y "Rebel 101", las cuales son a capela, que hacen que el ritmo que trae baje drásticamente. Esos dos rellenos son poco necesarios en un álbum tan tranquilo como este. Eso está mejor diseñado es para bajar un poco la tónica en algo con más ferocidad, no en algo que, más bien, expresa tristeza. Otro detalle es la última canción, "Yesterday's Gone", que no cuadra para nada con el disco. Puede ser que sea la razón del nombre de la obra pero, musicalmente, no se parece a nada que venga anteriormente. Hubo un punto en donde, inclusive, llegué a pensar que vino en el disco por error.
Otro punto en donde se nota flojo son las letras. Mientras cuenta historias emotivas que te atrapan por momentos, muchas de las imágenes que te recrea a base de sus rimas son muy repetitivas. Es como si agarrara palabras para completar canciones. Algo que lo hace ver un poco tedioso porque aparentas escuchar una canción nueva y tiene letras que ya salieron en alguna anterior.
En conclusión, Loyle Carner presenta un trabajo que, aunque es disfrutable y de fácil escucha, sigue siendo algo inmaduro. Se ve que hay talento y muchas ideas, pero algo me dice que no se ha desarrollado todavía. No se siente como esos debuts impactantes sino como si fuera un trabajo en progreso. Este trabajo me costó evaluarlo porque tiene detalles que me gustan, pero otros que lo bajan. El punto es que ustedes lo escuchen y saquen sus propias conclusiones. Es un álbum que, aunque no es perfecto, es recomendable totalmente.
Nota: 6/10
Eso sí, aún con lo fluído del disco, hay unas canciones como "+44" y "Rebel 101", las cuales son a capela, que hacen que el ritmo que trae baje drásticamente. Esos dos rellenos son poco necesarios en un álbum tan tranquilo como este. Eso está mejor diseñado es para bajar un poco la tónica en algo con más ferocidad, no en algo que, más bien, expresa tristeza. Otro detalle es la última canción, "Yesterday's Gone", que no cuadra para nada con el disco. Puede ser que sea la razón del nombre de la obra pero, musicalmente, no se parece a nada que venga anteriormente. Hubo un punto en donde, inclusive, llegué a pensar que vino en el disco por error.
Otro punto en donde se nota flojo son las letras. Mientras cuenta historias emotivas que te atrapan por momentos, muchas de las imágenes que te recrea a base de sus rimas son muy repetitivas. Es como si agarrara palabras para completar canciones. Algo que lo hace ver un poco tedioso porque aparentas escuchar una canción nueva y tiene letras que ya salieron en alguna anterior.
En conclusión, Loyle Carner presenta un trabajo que, aunque es disfrutable y de fácil escucha, sigue siendo algo inmaduro. Se ve que hay talento y muchas ideas, pero algo me dice que no se ha desarrollado todavía. No se siente como esos debuts impactantes sino como si fuera un trabajo en progreso. Este trabajo me costó evaluarlo porque tiene detalles que me gustan, pero otros que lo bajan. El punto es que ustedes lo escuchen y saquen sus propias conclusiones. Es un álbum que, aunque no es perfecto, es recomendable totalmente.
Nota: 6/10
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