Uno de los personajes que más me ha llamado la atención en este año es este compositor australiano Alex Cameron. No sabía nada de él al empezar este año y me enteré de su existencia viendo un video de Anthony Fantano, ya saben, The Needle Drop, un canal que sigo bastante y que me ha hecho descubrir cosas nuevas, aunque no esté del todo de acuerdo con sus ratings. Al buscar su video, el de la canción "Stranger's Kiss" en dueto con Angel Olsen, no pude evitar verlo y preguntarme qué demonios es este tipo. Y lo digo no por mal, sino que no sabes si habla en serio o es una broma. Su colaboración con Angel Olsen es asombrosa, al igual que su letra, pero la manera en cómo se deja ver es hasta ridícula con unos pasos de bailes que te sacan una carcajada. Algo había que hizo que siguiera su pista de cerca.
Averiguando de él, me di cuenta que el tipo fue descubierto por Foxygen y ha actuado de teloneros para ellos, Angel Olsen, Mac Demarco, Kevin Morby y Unknown Mortal Orchestra. Con este disco, su segundo, Forced Witness (2017), se puso en el mapa lo suficiente como para que aparezca Brandon Flowers de The Killers en la última canción ("Politics of Love") y para escribir cinco de las canciones en el más reciente álbum de la mencionada banda. Alex Cameron ha tenido un exitoso 2017 y me alegra bastante por él.
En este disco, Alex Cameron se presenta así mismo como una parodia a la imagen de macho de muchos artistas, como Bruce Springsteen, por ejemplo, del cual tomó mucha influencia en este trabajo. Es tan cómico todo lo que aparece aquí que no puedes evitar repetir las pistas una y otra vez. Sus letras tratan de relaciones románticas, pero de la peor forma posible. Enamorarse de prostitutas y strippers, estar en una relación abusiva (La mujer hacia él) y buscar confort con mujeres online sin importar si es un tipo de Nigeria (Lo dice en serio). De nuevo, sus letras son algunas de las más ingeniosas en este año, en mi opinión, y cada canción tiene esa esencia Pop de los ochentas que se hace adictiva.
Este disco lo recomiendo enormemente. Su personalidad bizarra tiene un carisma muy raro; es detestable en varios momentos y, sin embargo, no puedes parar el disco. Así de atractivo es este trabajo. Te reirás, reflexionarás y te volverás a reir porque todo, al final, tendrá sentido en la vida de muchos. Mientras no soy fanático de la mayor parte de la música de los ochentas, debo admitir que el disco está lleno de pistas muy bien hechas que te contagian fácilmente. Este sí que es un tipo estúpido y sensual.
Nota: 8/10
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