El terreno del Hip-Hop este año ha sido considerable. Sólo en este año, hemos tenido una cantidad enorme de estrenos en base a éste género. Kendrick Lamar, Run the Jewels, Tyler the Creator y BROCKHAMPTON son algunos de los nombres más sonados y, cerrando el año prácticamente, se nos une otro gigante de esta música: Big K.R.I.T.
Big K.R.I.T. viene sonando desde el 2010, con múltiples Mixtapes que lanzó en sus primeros años y que atrajo la vista de muchos colegas y miembros de la crítica especializada, quienes vieron en él un futuro enorme debido a sus demostraciones en el micrófono y su buena producción. K.R.I.T. Wuz Here (2010), Return of 4eva (2011) y 4eva N a Day (2012) fueron esos Mixtapes originales que captaron la atención de todos. Todos, excepto a mi.
Big K.R.I.T. siempre me ha parecido, y sonará un poco feo, un rapero decente. Sus letras son buenas, pero nada especiales; los beats van de buenos a decentes; la producción y su flow sí es lo destacable. Todos estos factores me han hecho verlo como un rapero más del montón. Tiene influencias de OutKast, Goodie Mob y UGK, y muchos lo han visto como el portador en esta generación de su estilo, pero a mi nunca me ha terminado de convencer. Salvo el primer Mixtape, lo demás me ha parecido de bueno a decente. Su incursión en los álbumes con Live from the Underground (2012) y Cadillactica (2014) no hicieron más que darme más razones para mi bloqueo hacia él, con el último siendo bastante bobo, para ser honesto. Sin embargo, y debido a los múltiples comentarios con respecto a su álbum este año, tuve que buscarlo para escucharlo a ver si me lograba hacer cambiar de opinión. Lo logró.
4eva Is a Mighty Long Time (2017) es muy distinto a todo lo que había lanzado hasta la fecha. Son dos discos separados por la mitad, con la primera mitad siendo interpretada por Big K.R.I.T., su alter-ego rapero, y el otro como Justin Scott, su verdadero nombre, tocando temas más personales. Ese simple concepto lo distancia demasiado de sus antecesores. Añádanle a eso la mejora que este tipo tiene en la producción y en los beats tomados en cada pista. Es todo tan bien hecho, tan detallado, tan ambicioso en todo sentido. Es el hombre, Justin Scott, descifrándose asimismo en todos estos tracks.
Big K.R.I.T. es alguien que se enorgullece de sus raíces y se nota en todo el disco. Esto es un homenaje a todos los que lo influenciaron. Sobre todo en el primer disco. Las colaboraciones son destacables todas, como la de T.I. en el banger "Big Bank", "1999" con Lloyd, una canción sucia rindiendo tributo a Juvenile, otro grande del Hip-Hop sureño, "Ride Wit Me" con Bun B y grabaciones de Pimp C, miembro de UGK fallecido, en una de las mejores canciones del disco, y "Get Up 2 Come Down" con Cee-Lo Green y Sleepy Brown. Para rematar, el tipo nombró a todos los que escuchó desde pequeño en "Aux Cord". En ese primer disco, tendrán mujeres, jactancia, sexo y mucho flow con una cohesión que fluye sola. En el segundo disco, nada más en su apertura con el track que lleva el nombre real del rapero es suficiente como para dejarte enganchado. Lo que tienen ahí es una composición que toma elementos del Jazz y el Gospel que me espelucó totalmente; rara vez me pasa eso en un disco de Hip-Hop. Todo lo demás que aparece es Justin Scott, mostrándose de una manera más indefensa ante todos, con problemas que trae la fama, las adicciones, las infidelidades y la religión. La última está en todo momento en esta parte con una enorme influencia del Gospel en todo. Ejemplo claro está el track "Keep the Devil Off", con unos coros y un órgano que te deja shockeado al escucharlo; en serio, está fuera de control en el buen sentido. Salvo ese anterior, no hay muchos bangers aquí, ya que todo el flujo bajó en este lado, con temas más lentos o con un ambiente más oscuro que en el primer lado. Las colaboraciones aquí de Joi, en el track "Miss Georgia Fornia", y Jill Scott, en "Higher Calling", son maravillosas.
Si debo decir de algo que consideré un poco bajo fueron tracks como "Confetti" y "Layup", en el primer disco, y "The Light" en el segundo, los cuales no son malos, pero no son tan atractivos como los demás. Se sienten más de relleno y es lo que bajó un poco todo en el álbum. Por lo demás, debo decir que esta es la obra maestra de Big K.R.I.T. Ninguno de sus anteriores proyectos me ha gustado tanto como este. Y no es cuestión de hype , es que todo suena tan bien hecho y tan ambicioso a un punto que hasta desconocí al rapero. Disco extremadamente recomendado. Uno de los mejores trabajos del año.
Nota: 8/10
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