Una de las revelaciones de este año en la música es SZA. Siendo una artista que ha estado desde el 2011, si no me equivoco, nunca había lanzado un álbum hasta este año; ¿razones? Ni idea. Aún así, ella ha logrado relacionarse con cantantes como Kendrick Lamar, Travis Scott y Rihanna, elevando su estatus y firmando con Top Dawg para comenzar las grabaciones de su primer trabajo de larga duración y convirtiéndose en la primera mujer en dicha disquera.. Explicando las cosas a mi manera pareciera que fue un asunto de un día para otro cuando, en realidad, fue una pesadilla para ella. Tras una cantidad de demoras y retrasos en el estreno del disco, la misma SZA estaba a punto de renunciar a la disquera. Eso la hizo tener ataques de ansiedad, inclusive.
Por fin, las preocupaciones de SZA terminaron cuando vió su debut CTRL (2017) ya en el mercado. Este trabajo viene con múltiples influencias de cantantes del movimiento Neo-Soul como Erykah Badu y Lauryn Hill; tiene también un toque de Ella Fitzgerald y Rihanna en la voz y me atrevería a decir que cierta pizca de Jamiroquai. Es un debut que presenta una producción decente y unas letras que tocan temas románticos y de crecimiento personal. A veces, el disco se vuelve muy honesto con las descripciones de los hechos que relata SZA, tocando terrenos muy eróticos. Tiene una oda a la vagina junto a Kendrick Lamar en la pista "Doves in the Wind" que, debo decir, fue lo que más me gustó en todo el disco, aunque no deja de parecerse un poco a "YAH" del álbum de Kendrick.
El single "Drew Barrymore", que fue el primero por el que el álbum atrajo miradas, le gustó a todo el mundo, menos a mi. Era bueno y, aún así, no veía nada impresionante. Admito que el single me ha gustado un poco más con el tiempo. Pero, en lo que se refiere a este disco, siento que ya es cliché hacer tantos trabajos que toquen el mismo tema siempre. En este año, he perdido la cuenta de cuántos álbumes he escuchado con temáticas similares a esta; los primeros que me vienen a la mente es el álbum de Kelela y de Syd. No es por menospreciar a SZA, pero en la mayor parte del disco no hay nada sorprendente ni innovador al resto de otros trabajos presentados este año. Es un debut sólido que presenta buenas colaboraciones con Kendrick Lamar, en la pista mencionada, e Isaiah Rashad en "Pretty Little Birds" y, sin embargo, todo lo demás (Exceptuando también los singles) suena poco interesante ante tanta propuesta diferente.
SZA tiene una nominaciones al Grammy y no me impresionaría si ganara algunas, mas esto no significa que sea extremadamente bueno su trabajo. Todos sabemos que el Grammy ha perdido esa notoriedad que tenía antes. 2017 se volvió el año del florecimiento de SZA y espero que pueda tener una carrera más exitosa de lo que ya la tiene, pero este debut no me deja más a la mente que decir que fue un trabajo sólido mas no asombroso. Un poco sobrevalorado. Igual, disco recomendado.
Nota: 6/10
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