Muchas veces acostumbro a hacer una introducción, sea explicando algún descontento mío con respecto a un artista o hablando un poco del pasado de ellos, pero, a estas alturas del 2017, ¿quién no conoce a Kendrick Lamar?. En la década anterior y principios de esta, en el Hip-Hop, había un nombre que aparecía por todos lados: Kanye West. Uno de los tipos más egomaníacos en la Industria que dejó a más de uno con una opinión mixta hacia su conducta. ¿Él se merecía ese ego? Bueno, no sé cómo era él antes de ser famoso, pero a cualquiera se le va el ego a la cabeza luego de la cantidad de personas que hablaron maravillas de él. Yo pensaba que él iba a seguir siendo el rapero más hablado en estos años, pero hay un nuevo chico que atrajo todas las miradas y que se perfila a convertirse, si no lo es ya, en uno de los más grandes de su tiempo: Kendrick Lamar.
Hablo por mi en esto al decir que he visto crecer a Kendrick Lamar desde cero. Su música la he seguido y es uno de mis artistas favoritos, al igual que para muchos. El tipo se elevó de ser un rapero más del montón a ser el ente de referencia para muchos que están saliendo ahora. Uno de los salvadores de la rima y el estilo antiguo que se ha estado devaluando cada día más. Solo hay que ver el trabajo y ambición mostrado desde su primer disco Section.80 (2011) hasta su tercer disco, el cual ha sido reverenciado por todo el Mundo como un clásico instantáneo, To Pimp a Butterfly (2015), un álbum en donde habló de las injusticias sufridas por la sociedad afroamericana como tópico principal. Todo sus discos han sido tan cinemáticos que, a veces, se le olvida a uno que escucha un disco y piensa que está reproduciendo es un musical. Su carrera ha sido excepcional desde el comienzo y, al enterarse la gente, de la nada, que su nuevo trabajo saldría este mismo año con el single "The Heart Part IV", todos perdimos la cabeza. La pregunta estaba en la mente de todos los seguidores "¿cómo seguirá a un disco que parece imbatible?". El ansia era enorme, como deben de imaginar.
La realidad es que ya había escuchado DAMN. (2017) hace un tiempo. Casi al mes después de cuando salió. No había hecho la reseña porque todo el mundo habla de él y ya muchas veces uno no sabe ni qué escribir que ya los demás no escribieran, siendo honestos. Aparte, porque quería escucharlo una y otra vez, mientras volvía a reproducir sus anteriores discos. Nunca le presto tanta atención a un disco, pero éste se lo merecía.
No diré una mentira: Este disco es una obra maestra. Canción por canción, producidas cada una de forma sublime, Kendrick nos relata los hechos y sus pensamientos ya como un famoso, no como ese rapero pequeño y nasal de Compton que nadie conocía. Sus pensamientos políticos y sociales, la religión, el sexo, sus anecdotas, su posición dentro de la música; aquí cuenta de todo. Su manera de rapear es indiscutiblemente una de las mejores de los últimos años. Sus letras y sus flows son casi inigualables a los de algún otro rapero en esta década. Pistas como la explosiva "DNA" o la introspectiva "FEEL" o la alucinante historia contada en el final "DUCKWORTH" lo dan a demostrar. En serio, "DUCKWORTH" es una locura de historia. Aparte de ese talento que tiene, su capacidad para amoldarse a los distintos estilos con los que juega en el disco es impactante. Los beats aquí son más accesibles al público, sobre todo por la influencia del Trap y el Pop detrás de todo. En la mayoría de sus tracks, sea erótico como "LUST", esquizofrénicos como "XXX", al lado de U2, una de las colaboraciones más extrañas y, a su vez, de las mejores del año, o relajadas como "YAH", Kendrick está al punto con todos los momentos. Es algo que es esencial en la música actual y que a muchos otros raperos les falta.
Kendrick hizo otro álbum que pasará a la historia y que considero obra maestra; pero, no quiere decir que todo es perfecto. A mi manera de ver las cosas y, de manera irónica, este es el trabajo más bajo de Kendrick desde su debut. Cualquiera que escuche esto va a decir que es otro clásico que Kendrick entrega, pero este disco tiene unos defectos que no se notan a menos que repitas varias veces todo. Su primer defecto viene siendo que, aquí, cada pista tiene una personalidad propia y no se siente nada tan cohesivo como en sus discos anteriores. No es un álbum tan conceptual o cinemático como lo que ya ha venido demostrando el rapero. No es un defecto enorme, como tal, pero en él se nota bastante porque ya él tiene acostumbrado a sus seguidores a esa capacidad tan directorial que tiene en todos sus tracks. Él cuenta las historias y uno escucha siempre; aquí, no se sintió esa magia.
Otra detalle que se nota bastante es esa falta de ambición en este disco. No digo que es un álbum genérico de Hip-Hop; no está ni cerca de serlo. Pero, esa influencia del Jazz y de la vieja escuela del Hip-Hop, Funk y R&B no aparece aquí por ningún lado. Este es, por mucho, su trabajo más Pop, acoplándose más a la actualidad y no a sus antiguas influencias. Eso me imagino que decepcionó a más de uno. Tenías a un contador de historias y ahora tienes a alguien rapeando con Rihanna. Que no es malo, pero no se siente esa experimentación vista anteriormente. Aparte, pistas como "ELEMENT" o "GOD", en mi opinión, y sé que me ganaré la rabia de algunos por esto, pero están entre las más bajas del rapero hasta la fecha. Los beats utilizados y la manera de rapear o cantar en estos dos me molesta un poco. No son totalmente malos, al compararlo con mucha música actual, pero en su resumen, quedan como de las menos impactantes del rapero.
¿Es este disco una obra maestra? A mis ojos, lo es. ¿Es su mejor trabajo hasta la fecha? No, ni de cerca. Mientras Kendrick Lamar nos dió uno de los mejores discos del año en todos los aspectos, el rapero lo siento demasiado expuesto a lo superficial de otros gustos en la música. Las letras son honestas, pero su música no se escucha tanto de él. Parece que el disco fue más a los pensamientos de los seguidores y no de él. Es asombroso, pero no tiene esa misma consistencia que las obras maestras que lo antecedieron. Yo seguiré esperando más de Kendrick. Soy un fan; es inevitable. Pero, espero, que tengamos algo mil veces mejor que esto la próxima vez. Disco súper recomendable.
Nota: 8/10
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